Madrid - Costilla de cerdo glaseada, garbanzos con acelgas o atún al amontillado son algunos de los platos que incluye el libro de recetas de Virginia Naranjo, ganadora de MasterChef 4, en el que destaca la relevancia de la tradición en la cocina actual.

Virginia, que compitió junto a su gemela hasta la semifinal, plantea un recetario para “cualquiera”, que incluye desde elaboraciones más “facilitas” hasta otras más técnicas, aunque en todas hay “sabores del sur”. El libro es una lista de sus platos favoritos, los de su casa, pero “dándoles una vuelta” y así, explica, “reinterpreta” el atún encebollado que ya hacía antes de entrar en el concurso. “Son mis recetas de siempre, pero con un toque vanguardista”, asegura la jerezana. A través de 61 recetas, repasa su trayectoria por el programa, aunque también incluye varios menús de los miembros del jurado y las tres elaboraciones que le dieron la victoria: anchoa marinada con velo de fino y plancton, presa de cerdo al oloroso y tocino de cielo con velo de leche y cítricos. Un menú que fue criticado por su aparente “sencillez” pero que, “de fácil”, reivindica ella, “no tenía nada”. “Detrás de esos tres platos, había 25 elaboraciones que había que hacer en 120 minutos. Nadie ve lo que hay detrás porque en los 40 minutos que dura la final en el programa se ve muy poco”.

Nunca pensó que podría ganar con su “comida tradicional” y asegura que tras su paso por el programa ha introducido algunas técnicas nuevas en su cocina diaria. Ahora sólo quiere “trabajar y formarse” y pasar por algunas cocinas, antes de crear su propio catering, acompañada por su hermana. “Quiero estar en los momentos mas importantes de la vida de las personas, todo lo que hay que celebrar siempre es alrededor de una mesa y me gustaría que cuando recuerden los buenos momentos, les vengan mis sabores a la cabeza”. - Efe