Madrid - Ray Liotta, protagonista de la serie Shades of Blue, que estrena hoy Calle 13, considera “mucho más gratificante” la televisión que el cine, motivo por el que cada vez más actores, guionistas y directores desarrollan proyectos de “gran calidad” en la pequeña pantalla. “Cada vez más gente del cine trabaja en la televisión porque es mucho más gratificante y, por eso, ya no se hacen tantas películas como antes”, afirmó el actor (Nueva Jersey, 1954) en una entrevista con Efe ante el estreno de la serie, en la que comparte cartel con Jennifer López en el primer papel protagonista de la artista de origen latino en la pequeña pantalla. Para Liotta, que alcanzó la fama como “aprendiz de mafioso” en Uno de los nuestros, de Scorsese, en la actualidad se consiguen papeles en cine en función de la “popularidad adquirida en las series” mientras que “hace años” cuando un actor empezaba a trabajar en la pequeña pantalla significaba que su carrera estaba “cayendo en picado”.

El estadounidense encarna en Shades of Blue al policía corrupto Matt Wozniak, líder de un grupo de detectives de Brooklyn que roza los “límites de la legalidad” para proteger “su destino y el de los suyos”. “Es una persona muy centrada en lo que quiere y con un carácter fuerte. Si le gusta alguien, le gustará con mucha intensidad”, explica sobre su personaje en esta ficción a la que califica de “dinámica” y “diferente” a otras del género policiaco. En Shades of Blue, cuyos dos primeros episodios dirigió Barry Levinson (ganador del Oscar por Rain man), López es Herlee Santos, madre soltera y brillante policía que busca hacerse un hueco en el grupo que dirige el personaje de Liotta. El actor se ha sentido “muy cómodo” con la “diva” del Bronx en esta serie que empezará a rodar su segunda temporada en junio y que hará que el público “se caiga de la silla” ante las intrigas que plantea. “Mis amigos me dicen los domingos que ya no aguantan más para ver el capítulo del jueves siguiente”, cuenta Liotta antes de adelantar que, en los episodios finales de la primera entrega, habrá un asunto que “saldrá mal” y hará que la trama dé un giro “muy, muy intenso”.

Un cuarto de siglo ha pasado ya desde que este actor participara en Uno de los nuestros, una cinta que, para Liotta, es “eterna”: “Es maravilloso formar parte de algo que se recuerda 25 años después y durará siempre”, confiesa. Del mítico filme guarda un sabor “agridulce” ya que, pese a lo “fantástico” de trabajar junto a Scorsese y De Niro, su madre falleció de cáncer durante el rodaje.