“Los periodistas debemos poner siempre en jaque a los políticos”
Desde el lunes se enfrentará a dos horas de programa diario para poner ‘En jake’ a los políticos y a todos aquellos temas que crean expectación en el ciudadano.
BILBAO - Comienza el curso con energía y con muchos cambios en su vida laboral. Regresa a EITB, a la televisión, con un programa propio de lunes a viernes; y sigue ligado al Grupo Noticias a través de su colaboración en los diarios y en Onda Vasca. Cargado de ilusión, pero convencido de que es un reto difícil en el que pondrá todo su empeño por llevar a diario la actualidad política.
¿A quién va a poner ‘En jake’?
-Para empezar a nosotros mismos, nos vamos a poner en jaque, en alerta, en movimiento; y si conseguimos poner en jaque a los espectadores para que reflexionen sobre lo que escuchan y saquen sus propias conclusiones, habremos conseguido uno de los objetivos.
¿Y a los políticos?
-Eso de entrada, no hace falta que el programa se llame En jake; eso es casi obligatorio para cualquier periodista: repreguntar, intervenir, tratar de aclarar y ponerse en el lugar del espectador.
Así que van a ir de duros...
-Ja, ja, ja? Es el ejercicio que tenemos que hacer en la profesión; los periodistas debemos poner siempre en jaque a los políticos.
Dos horas, en directo y de lunes a viernes, ¿un reto?
-Pues sí. Es mucho tiempo. El programa va a tener como núcleo central una mesa con periodistas y donde se irá incorporando algo que hemos llamado El cuarto elemento.
¿Y eso qué es?
-Es un contertulio que a veces será un político, a veces un escritor, un economista o un jurista; todo dependerá de los temas que vayamos tratando.
¿Sólo temas políticos?
-Básicamente sí, aunque yo entiendo la política de una manera bastante amplia. Hace unos días, cogiéndole un poco el tono al programa, decíamos: ¿Entraría en En jake el caso de Asunta Basterra? Yo no lo veo, es un suceso. ¿Entraría en el programa el caso de Andrea Lago sobre su enfermedad y la eutanasia? Sí, es una cuestión política, seria, importante, grave y queremos saber cómo está la ley aquí.
Una franja muy difícil para ETB...
-La televisión es un mundo que desconozco pero tengo la suerte de estar rodeado de buenos profesionales. En la Redacción, casi todos vienen de haber trabajado en otros programas, conocen el paño, ellos me ajustan mucho sobre cosas que yo digo.
Tiene enfrente a La Sexta?
-También a Cuatro, la franja es complicada. A mí me dicen que en televisión la gente termina muy agobiada por las audiencias.
¿Usted lo está?
-Yo, como vengo virgen, de momento, voy a hacer el programa, luego ya se verá.
¿Es mucho más compleja la televisión que la radio?
-Por supuesto, los equipos son más reducidos, en la radio es más fácil todo. En la tele quieres decir “hola” y necesitas siete personas alrededor. Pero te digo una cosa, la materia prima sigue siendo la misma, eso me tranquiliza bastante.
Usted tiene la ventaja de dominar el mundo de la actualidad, sobre todo la referente a la política.
-Las noticias son las mismas, pienso que la manera de abordarlas también es la misma. Al final, la chicha es siempre es la misma.
¿Dónde cree que hay más pasión: en la radio o en la televisión?
-Está más forzada en la radio porque es necesario transmitirla de esa manera, con pasión. Pienso en un género en el que hace muchos años que no trabajo, los deportes. En la radio, los deportes son pasión, es un espectáculo de voz. En la televisión el espectáculo lo ponen las imágenes y no requieres a un locutor que esté ahí dándolo todo. Pienso que la radio es el medio en el que tienes que echar el resto.
¿Qué va a echar de menos de la radio? Sabemos que madrugar no...
-Eso seguro que no. Hay una cosa de la que estoy feliz, con cincuenta años estar en esta profesión aprendiendo me parece un lujo.
Algo sabrá, ¿no?
-¿De televisión? No, y es un lujo poder escoger uno mismo el aprender. Es lo que más ilusión me está haciendo en todos estos días previos al inicio del programa.
Pero algo echará de menos...
-El estar más cómodo. Posiblemente, los primeros meses voy a estar muy tenso. La radio es un medio que ya dominaba y, quieras que no, tienes mucho oficio. Puedes salir por aquí o por allá, en la tele estoy en pañales.
Hay una máxima en televisión: O te ven o te vas.
-O te ven o te echan. Supongo que tiene que ser una presión, yo todavía no me he metido en esa dinámica. Supongo que hay echarle tiempo y puede pasar incluso que nos demos cuenta de que nos hemos equivocado todos.
¿Tiene dudas?
-Siempre, pero yo estoy muy convencido de este proyecto.
Está usted hasta arriba de trabajo: programa diario en Euskal Telebista, colaboración en ‘Sin ir más lejos’, escribe en los diarios del Grupo Noticias y está en Onda Vasca.
-Ja, ja, ja? Voy a estar ocupado sí. Una vez a la semana voy a ir al espacio de Klaudio Landa para trasladar algo del pedacito de programa que hacemos por la mañana, una especie de crónica política comentada. Es cierto, escribo y también estoy los lunes en Onda Vasca con Javier Vizcaíno.
¿Ha visto por dónde va la competencia?
-Sí, pero también la veía antes. Mientras estoy escribiendo es muy habitual tener la tele puesta; además soy muy zapeador y he visto a Silvia Intxaurrondo en ETB, Las mañanas de Cuatro, he visto cuando echaron a Cintora; Al rojo vivo?
¿Con quién se queda?
-Me gustaba mucho el programa de Silvia, tenía un punto más cercano a lo que vamos a hacer nosotros; me gustaba tanto como el de Antonio García Ferreras, que para mí es el más cañero.
García Ferreras sí que es pura pasión en televisión...
-Yo le conozco, he trabajado con él en la Cadena Ser. Hacer dos horas va a ser una pechada pero a lo mejor me sería más difícil hacer otro formato, aunque fuera semanal. Esto que voy a hacer se parece más a una radio trasladada al ámbito televisivo. Antonio (García Ferreras) hace mucho eso, es un hombre que viene de la radio, se nota muchísimo.
¿Se va a parecer a él?
-Estoy en una televisión pública, hay que medir mucho las opiniones propias, aunque yo no soy de esconderlas demasiado, pero entiendo que hay que guardar las formas mucho más, estamos a las puertas de una campaña electoral. Además, Antonio no solo está en una privada, es que es el jefe de la cadena. ¿Quién le va a soplar? Nadie; puede hacer lo que le dé la gana.
Le gustaría, ¿no?
-¿Hacer lo que me dé la gana? El único límite que me pongo es mi responsabilidad, pero parto de ser consciente de que estoy en una televisión pública.