Vuelve Heidi a televisión. Uno de los clásicos de los dibujos animados que más generaciones ha unido desde su aparición hace 40 años. Y es que los dibujos japoneses supusieron una refresco en medio de aquellos dibujos de las décadas de los 30 y 40 de Disney y la Warner Bros de Porky tartamudeando despidiéndose cada día con una frase elemental visto lo visto: “eso, eso es todo amigos”. La aparición de Heidi y Marco en poco tiempo polarizaron la atención del mundo infantil y captaron de paso la de los mayores. Eran historias bien contadas donde el realismo de los dibujos los convertía en verdaderos filmes que seguía todo el mundo en casa. Ahora vuelve al canal Panda (Canal+, Ono y Movistar), vamos en canales de pago. Eso sí, no repiten la serie sino que estamos ante una nueva recreación que puede verse en 3D y que ha eliminado el toque sentimental de los dibujos. Parece que no se quiere poner a prueba a las nuevas generaciones en sentimentalismos. Allá ellos. Aquel toque nostálgico y de añoranza era lo mejor. Recrear series como Heidi es apostar sobre seguro. No aporta nada nuevo pero a cambio ofrece cierta seguridad al espectador de televisión. Otra cosa será la opinión de los niños y de si su umbral de conexión con el espectador se queda ahí o conquista también a los adultos. Heidi es el ejemplo de unos dibujos que marcaron una época porque en el momento en el que se echaron apenas había competencia. Eran los dibujos por excelencia y la alternativa estaba en las librerías no en la competencia televisiva. Ya lo hemos dicho varias veces de cómo la actual programación con muchos canales está consiguiendo que cada día se pierdan espectadores que se van a otros medios. Buena parte de la culpa está precisamente en que la oferta que finalmente llega no convence. Y encima hay cadenas de TDT que se dedican básicamente a repetir los programas. La televisión está perdiendo así que hay que tirar de los clásicos.