madrid - Carmen Machi y Fernando Guillén Cuervo protagonizan la miniserie Rescatando a Sara, que se estrena hoy en Antena 3, en horario de máxima audiencia, sobre la historia real de una madre coraje española que quiere recuperar a su hija de 9 años, secuestrada por su padre musulmán y trasladada a Irak en plena guerra.

"La historia es conmovedora, tan real que parece mentira", comentó Carmen Machi, que encarna a Leticia Moracho, la cual en septiembre de 2006 ve cómo su hija Sara, de 9 años, le es arrebatada por su pareja, Abdel, quien, imbuido de una progresiva radicalización religiosa, se lleva a su hija a Basora. Es entonces cuando Moracho inicia una lucha legal para recuperar a su hija, con la que ni siquiera puede hablar por teléfono. "Ella no sabe si su hija está viva o muerta; sólo ve en la televisión caer bombas en el país donde supuestamente permanece", explicó Machi en la presentación del rodaje, que se llevó a cabo a mediados de 2011, con dirección de Manuel Ríos San Martín, también guionista junto a Mónica Martín-Grande.

La ficción, producida por Bocaboca, está basada en la novela homónima de Javier Preciado y fue rodada en alta definición en escenarios de Madrid y Almería. Un tribunal iraquí concedió la custodia de Sara al padre, quien falsificó las partidas de matrimonio para conseguirla, como se relata en el libro de Preciado, quien acompañó a Leticia Moracho, prima suya, en su viaje a Kuwait para intentar resolver desde allí la liberación de la niña, interpretada por Sandra Melero. El primer episodio de la miniserie llega hasta el momento en que Preciado, interpretado por Fernando Guillén Cuervo, y la madre se ven inmersos en un complejo entramado administrativo, religioso y cultural que les obliga a volver a Madrid.

En la segunda entrega se relata la entrada de ambos en Irak y el momento en que por fin la madre puede abrazar a su hija en los juzgados, aunque la niña, Sara, ataviada con el velo musulmán, apenas pronuncia unas palabras. Tras conseguir el apoyo del Ministerio de Asuntos Exteriores, Moracho y Preciado vuelven a Irak para denunciar al padre. - Efe