Además del Roscón de Reyes, si se nos pregunta por los dulces navideños más tradicionales de Euskadi, ¿cuántos sería capaz de recordar? Desde el cremoso goxua hasta la clásica intxaursaltsa pasando por turrones y mantecados, hacemos un repaso a los dulces y postres tradicionales que nos han acompañado durante generaciones en Euskadi y, más concretamente, en Araba.
Goxua
Este postre originario de Vitoria-Gasteiz, surgió allá por los años 70. Creado por Luis Sosoaga, el goxua es un postre que ha ganado popularidad en Euskadi. Su nombre, que significa “dulce” en euskera, lo describe perfectamente: capas de nata montada, bizcocho y crema pastelera, coronadas con una capa de caramelo. Aunque se disfruta durante todo el año, en Navidad adquiere un protagonismo especial en las mesas alavesas.
Intxaursaltsa
En euskera, salsa de nueces. La receta de esta crema de nueces tiene más de 150 años de antigüedad. Originaria de los caseríos de Gipuzkoa, se elabora a base de nueces machacadas, leche, azúcar y, en ocasiones, canela. Se prepara con una cocción larga en el fuego. El resultado es una crema algo más espesa que unas natillas, pero igual de deliciosa. O más.
Turrón
En Euskadi hemos adaptado la receta del turrón español. Así han surgido variedades como el turrón de Gernika, el famoso turrón de yema tostada, el de intxaursaltsa, sokonusko, trufa, cheescake... Las turronerías vascas desarrollan recetas propias, desbancando a turrones de marcas más comerciales.
Pantxineta
Surgió en 1915 en la pastelería Otaegui de San Sebastián. Se trata de un bollo elaborado con una masa de hojaldre relleno de crema pastelera y cubierto por otra capa de masa de hojaldre espolvoreada con láminas de almendras.
Pastel vasco
El Etxeko Biskotxa surgió en Iparralde pero ha terminado conquistando todo Euskadi. Se trata de un bizcocho relleno de crema pastelera. Se elabora con una masas quebrada o tipo hojaldre como base que, al hornearse, se convierte en una capa crujiente y dorada. El relleno consiste en una crema pastelera y almendras molidas. Se puede personalizar el relleno al gusto.
Aunque se puede encontrar durante todo el año y, especialmente, en ferias y mercados, en Navidad es el postre estrella.
Rosquillas de anís
Aunque son tradicionales de carnaval y Semana Santa, las rosquillas son otro de los dulces que pueden adornar las mesas navideñas. Estas rosquillas, fritas y espolvoreadas con azúcar, tienen un sutil sabor a anís que las hace irresistibles. La receta es una tradición familiar que las amamas guardan celosamente, pasando la receta de generación en generación.
Polvorones y mantecados
Aunque originarios de Andalucía, los polvorones y mantecados ocupan un lugar preferente en las mesas alavesas. Elaborados con manteca de cerdo, harina y azúcar, se deshacen en la boca, ofreciendo una textura y sabor que han conquistado a generaciones. Los de almendra, chocolate, de limón, los mantecados Felipe II elaborados aquí en Vitoria...
Panettone
Este postre originario de Milán es un pan dulce, tipo brioche, que puede contener pepitas de chocolate, fruta o simple. Se recomienda acompañarlo con café, chocolate caliente o vino moscatel.
Compota
Y hablando de tradiciones, no podía faltar la compota. Se trata de un dulce elaborado con fruta cocida en agua y azúcar, cocida a fuego lento. La fruta es del tiempo y frutas secas, que dan un dulzor extra.
Vino caliente
Si tomamos como base los ingredientes de la compota y añadimos vino y canela, tenemos el famoso vino caliente tradicional de nochebuena en muchos bares y sociedades gastronómicas vitorianas. Aquí el protagonista es el vino sin alcohol.