Muchas personas asocian la fisioterapia con los masajes, sin embargo, su función no solo se enfoca en eso. Esta rama de la medicina abarca numerosas funciones que trabajan en conjunto para lograr recuperar el funcionamiento óptimo del cuerpo humano y es fundamental en nuestras vidas. La fisioterapia puede ser de ayuda en diferentes situaciones: cuando se tienen dolores corporales, si sufres lesiones o fracturas, si tienes una zona inflamada, cuando no puedas caminar o moverte, si te han implantado una prótesis o has pasado por una cirugía, en caso de haber padecido un derrame cerebral u algún daño cerebral, cuando tienes los músculos contraídos, si quieres corregir problemas de postura…
Dentro de la fisioterapia existen diferentes especialidades: neurológica, geriátrica, pediátrica, comunitaria, uroginecológica, ortopedia, del deporte, entre otros y en función de cuál sea el problema que se quiera tratar o prevenir habrá que buscar el/la especialista que mejor se adapte a tus necesidades.
Para trabajar las personas que trabajan en esta disciplina pueden utilizar diferentes herramientas: gimnasia hipopresiva, técnicas manuales para la reeducación del tono postural, manipulación de articulaciones, kinesioterapia, control motor, masoterapia (técnicas de masaje), termoterapia (usando la temperatura), electroterapia (usando las corrientes eléctricas) y muchas opciones más.