Hace 18 años, Álava alumbró un nuevo diario. Para servir con la humildad debida de faro a la ciudadanía de aquellos albores del siglo XXI y para arrojar luz sobre toda zona de penumbra que debiera iluminarse en atención al interés general, la razón de ser de este periódico en su evolución sostenida hacia un proyecto multicanal. Porque con la mayoría de edad, y tras la consolidación de la versión impresa en refrendo de su viabilidad, DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA celebra su transformación digital para ganar el futuro con rentabilidad creciente en un marco de apuesta grupal con presencia mediática en los tres territorios de la Comunidad Autónoma Vasca y Navarra.

Imagen de la primera portada de DNA. DNA

Se constata en primera instancia el afianzamiento de la cabecera sobre sólidos valores profesionales y principios editoriales. Entre los primeros –y como gran pilar– la información veraz, entendida como la rectamente obtenida y difundida. Sobre la base de la deontología periodistíca –que identifica los hechos que merecen ser contados sin contraprestación a las fuentes–, y con el ánimo tanto de máximo rigor –lo que obliga al contraste de interpretaciones fidedignas y de datos ciertos– como de observancia de la pluralidad esencial en democracia. Y siempre priorizando la información cercana, la que concierne en mayor medida a una ciudadanía crítica a la que planteamos unos principios editoriales nítidos, por transparentes e inequívocos.

La promoción para empezar de una sociedad cohesionada en su diversidad e igualitaria. Pujante en lo económico, conciliando competitividad e innovación con sostenibilidad medioambiental y equilibrio territorial. A lo que agregar la preservación y el impulso del patrimonio cultural vasco. Todo ello en el marco de un modelo de país cimentado en el autogobierno, con férrea defensa de la singularidad vasca y de la especificidad de Araba en Euskadi. Con su Diputación y el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz como puntales de la institucionalidad y garantes de la calidad de los servicios públicos.

Los principios antedichos referidos en origen al papel resultan de estricta aplicación a lo digital, en tanto que se trata de dos soportes complementarios si bien cada cual con sus especificaciones. Porque así como la versión impresa constituye el valor reputacional por la influencia que comporta –como reflejo de lo realmente trascendente aportando contexto y perspectiva–, la versión digital opera como un contenedor infinito donde primar la pulsión informativa con máxima inmediatez, más el aditamento de los contenidos de índole formativa y de entretenimiento para articular con el preceptivo equilibrio un escaparate multitemático y dinámico.

Una plataforma que satisfaga en tiempo real los intereses y expectativas de los clientes, sean lectores o anunciantes. De cara a ganar en recurrencia y permanencia para su captación y retención al objeto fundamental de ampliar el nicho de heavy users. Porque los usuarios y las marcas fieles encarnan nuestro bien más preciado.

Se trata como nunca antes de situar a la audiencia bajo foco permanente mediante el análisis constante del rendimiento de nuestras piezas redaccionales y audiovisuales en función de su enriquecimiento y posicionamiento. Lo que podría denominarse como Psicoperiodismo pensando sobre qué, cuándo y dónde quieren nuestros lectores y lectoras informarse, formarse y entretenerse. Porque el dato es lo que permite trascender de las meras opiniones al criterio fundado. Justo para que nuestros productos editoriales y comerciales –con un alcance al alza gracias a la accesibilidad de los dispositivos móviles– nos deparen por su calidad a cada minuto mayor notoriedad, el recuerdo de la mancheta para convertir a los lectores en prescriptores de nuestros valores, principios y contenidos.

A ello nos vamos a dedicar con todas nuestras fuerzas y capacidades como líderes digitales en el territorio, una vez alcanzado en puertas de nuestro 18 aniversario el hito de los 1,8 millones de visitantes únicos mensuales en términos Comscore. Doble motivo de orgullo y de confianza en el trabajo bien hecho siempre en equipo. Porque en el colectivo reside la fortaleza esencial para rentabilizar todas las oportunidades a las que sepamos hacernos acreedores en los 18 años venideros como próximo horizonte.

Portada del 18 aniversario de DNA. DNA

Acabo ensalzando la profesionalidad de quienes han conformado desde su génesis DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA. Pues se cumple el aforismo de Ryszard Kapuscinski de que “las malas personas no pueden ser buenos periodistas”. Así que ponemos a su disposición una redacción repleta de buena gente para seguir ganándonos su crédito día a día, minuto a minuto.