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El dueño de El Ventorro declara que Mazón y Vilaplana fueron los últimos en abandonar el restaurante el 29-O

Ha indicado que Mazón y Vilaplana comieron en su restaurante, en un reservado del primer piso, y que la reserva se hizo desde la Generalitat dos o tres días antes

El dueño de El Ventorro declara que Mazón y Vilaplana fueron los últimos en abandonar el restaurante el 29-OE.P.

El dueño de El Ventorro, el restaurante donde comió el presidente de la Generalitat Valenciana en funciones, Carlos Mazón, con la periodista Maribel Vilaplana el 29 de octubre de 2024, ha declarado ante la jueza de Catarroja que ambos abandonaron ese día el local entre las 18.30 y las 19 horas.

El hostelero se ha pronunciado así en su declaración, en calidad de testigo, ante la instructora que investiga la gestión de la catastrófica dana, que ha dejado 229 víctimas mortales. Para esta jornada también está previsto que declare, a las 11.30 horas, el secretario general del PPCV y candidato 'popular' para suceder a Carlos Mazón al frente de la Generalitat, Juanfran Pérez Llorca.

El dueño de El Ventorro fue citado en este procedimiento puesto que, según se desprende de una resolución de la jueza, fue la única persona que entraba y salía de la sala donde comían Mazón y la periodista --un reservado-- y por si pudo haber escuchado alguna llamada del 'president' con la exconsellera de Interior y Emergencias Salomé Pradas, investigada en la causa.

Simplemente es cliente del restaurante

El testigo ha explicado que conoce a Carlos Mazón pero no guarda amistad ni enemistad con él, simplemente es cliente de su restaurante, según su testimonio.

Ha explicado que el día de la dana, Mazón y Vilaplana comieron en su restaurante, en un reservado que tiene en el primer piso, y ha indicado que la reserva se hizo desde la Generalitat dos o tres días antes.

El primero que llegó al restaurante fue Mazón, entre las 14.15 y las 14.30 horas, solo y sin escolta, y le sirvieron agua y unas olivas. Más tarde, sobre las 14.50 o las 15 horas, se acercó Vilaplana y se le acompañó hasta el reservado.

Una vez juntos, el hostelero ha explicado que subió el personalmente para tomar nota de lo que iban a comer y ambos permanecieron allí hasta las 18.30 o las 19.00 horas aproximadamente. "Más tarde de las 19 horas no y, como pronto, a las 18.25 horas", ha apostillado. A las 18.15 horas ya no quedaban más clientes en el restaurante, ha dicho.