En agosto se han producido 2.177 muertes atribuibles a las altas temperaturas, lo que supone casi el doble de las registradas en agosto de 2024, cuando fallecieron 1.271 personas, según la estimación del Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo).

La mayoría de las muertes tuvieron lugar durante la ola de calor sufrida entre el 3 y el 18 de agosto, cuando 1.441 personas perdieron la vida a causa de las altas temperaturas.

Gran parte de los fallecidos por calor tenían más de 65 años (2.099) y, en especial, más de 85 (1.428).

Por sexos, 1.300 eran mujeres frente a 877 hombres, según este sistema gestionado por el Centro Nacional de Epidemiología, que realiza sus cálculos no en base a muertes reales, sino que hace una proyección estadística a partir del cruce de datos de mortalidad y umbrales de temperaturas máximas a partir de las cuales el calor supone un riesgo para la salud y los compara con los del año pasado.