Pocas voces en el ámbito de la inteligencia artificial tienen la autoridad y visión de Richard Benjamins. Cofundador y CEO del Observatorio Español de Impactos Éticos y Sociales de la IA (OdiseIA), su trayectoria destaca por un compromiso constante con el uso de la tecnología al servicio del bien común. Desde Telefónica, donde impulsó la iniciativa “AI for Society and Environment”, hasta su papel como asesor para organismos internacionales como la UNESCO o el Vaticano, Benjamins se ha consolidado como una figura clave en el debate global sobre la IA responsable. Hemos hablado con él para conocer su visión sobre el presente y futuro de esta tecnología.
¿Cuál es el objetivo principal de su conferencia “Aplicación de la IA y sus implicaciones éticas?
La IA ofrece muchas oportunidades para mejorar la vida y los negocios. Se puede aplicar a cualquier sector con resultados positivos, pero su uso puede generar un impacto no deseado. Quiero hacer hincapié en esto porque la tecnología en sí no supone ningún riesgo, el principal problema radica en su uso.
¿Qué consecuencias podría tener un mal uso de la IA?
Algunos usos pueden llevar a la discriminación de ciertos colectivos, especialmente los más vulnerables. Existen sistemas difíciles de entender para muchos de nosotros. Hay que valorar cuáles son los riesgos que pueden ocasionar si no funcionan como deberían, sobre todo si se trata de decisiones importantes. Si se toman precauciones, se pueden evitar los efectos negativos.
¿Qué le diría a quienes acusan a la tecnología de muchos de nuestros males?
Cada vez se usan sistemas más sofisticados para tratar de engañarnos, como ocurre con el ‘phishing’. Insisto, el problema no es la tecnología. Esta no es mala; no busca hacernos daño. El peligro está en las personas que la controlan y en el uso que hacen de ella.
"La inteligencia artificial no va a acabar con el trabajo por mucho que se automaticen las tareas”
¿Cuáles son los principales retos a los que nos enfrentamos en el campo de la Inteligencia artificial?
Los principales retos tienen que ver con la discriminación y la toma de decisiones opaca. Estos sistemas son bastante complejos. Si uno se queda únicamente con la decisión, sin saber cómo se ha llegado a ella, puede surgir algún problema. Si el sistema goza de mucha autonomía también puede haber riesgos.
¿Qué impacto cree que tendrá la IA en al ámbito laboral? ¿Podrían desaparecer muchos puestos de trabajo?
Hay cierto miedo con este tema. El trabajo no va a desaparecer porque se automaticen muchas de las tareas que realizamos; al contrario, resulta productivo, ya que se puede emplear el tiempo para hacer otras cosas. El problema es que, hoy en día, si trabajamos a tiempo parcial, aunque seamos más productivos, no mantenemos nuestro sueldo.
Entonces, ¿no está en peligro nuestro puesto de trabajo?
Actualmente, existen muy pocos trabajos que se puedan automatizar por completo. Si en un futuro los coches conducen solos y se considera que son más seguros que con una persona al volante, si que podría desaparecer el puesto de conductor. Pero en general, eso no va a suceder. Un puesto de trabajo conlleva muchas tareas. Además, gracias a la tecnología se pueden crear trabajos nuevos.
¿Cómo cree que evolucionará la IA en en el futuro? ¿Podría llegar a tener conciencia?
A lo mejor es posible dentro de muchos años. Ahora mismo, me parece ciencia ficción. ChatGPTes una herramienta muy potente, basada en estadísticas, pero no sabe de qué está hablando. No podemos pensar que una máquina quiere hacernos algo malo. Las máquinas no actúan solas, tiene que haber alguien detrás que las controle.
Cada vez dependemos más de la tecnología. ¿Qué riesgos puede tener esto?
La IA nos puede ayudar a resumir o escribir textos, preparar un power point... El problema es que dejamos de ejercitar nuestro cerebro y nos volvemos tontos. En el futuro podría existir un puesto de trabajo como gestor de un gimnasio para cerebros.
¿Qué recomienda que hagamos?
Ejercitar el cerebro. Lo vemos en personas con Alzheimer. La solución para luchar contra este problema es hacer, por ejemplo, ejercicios como crucigramas o sudokus.
“La IA debería usarse para resolver problemas globales, no solo para generar negocio”
¿Cómo ve que utilice la IA para “resucitar” a actores fallecidos, crear entrevistas ficticias como la de Michael Schumacher o manipular declaraciones?
Recientemente se ha utilizado en las elecciones de EE.UU. inventando declaraciones de Tylor Swift a favor de Trump. Me parece preocupante que se use la tecnología con mala intención. La nueva regulación de la UE obliga a especificar claramente cuando un contendido está generado por IA. De no hacerlo, puede haber sanciones importantes. En el caso del cine, puede ser útil y positivo.
Compañías discográficas como Sony, Universal y Warner han demandado a las empresas de IA, Suno y Udio, por supuesta infracción de derechos de autor. ¿Cuál su opinión al respecto?
La IA puede crear una canción que se parezca mucho a otra, pero eso no quiere decir que la haya copiado. Una IA generativa no guarda información en una base de datos; recoge la información, la utiliza y luego la borra. Me parece bien que se haya producido esta demanda para tener mayor claridad en este asunto porque no hay una ley al respecto. La sentencia servirá como base a la hora de legislar.
Usted siempre ha abogado por usar la IA para el bien común.
Se debería aumentar la inversión en este tipo de tecnología para abordar problemas globales como los objetivos de desarrollo sostenible, el cambio climático, el hambre o la desigualdad y no solo para hacer negocio; son amenazas que no podemos ignorar. Por desgracia, lo que no genera negocio suele quedarse sin solución.