La Comisión Europea va a proponer retirar los aditivos que dan aromas ahumados del mercado de la Unión Europea "lo antes posible" y, si los Estados miembros están de acuerdo, la medida podría estar en vigor a principios de 2024.

Así lo confirmó este miércoles el portavoz del Ejecutivo comunitario de salud pública y seguridad alimentaria, Stefan de Keersmaecker, tras recibir la semana pasada los resultados de un informe sobre esos aditivos alimentarios que la Comisión Europea encargó a la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y que concluye que presentan riesgos de producir cáncer.

"La prioridad clave de la Comisión es la salud de sus ciudadanos: la seguridad de los alimentos que comemos y de los productos que utilizamos", subrayó De Keersmaecker.

Cancerígeno

Como parte de este trabajo, la Comisión solicitó que la EFSA realizara una evaluación científica y emitiera dictámenes sobre la seguridad de los aromas de humo con vistas a evaluar su genotoxicidad.

Para los ocho aromas de humo evaluados, la EFSA llegó a la conclusión de que "existen problemas de genotoxicidad o no se pueden descartar", señaló el portavoz comunitario.

Por este motivo, basándose en estos dictámenes de la semana pasada y en vista de los problemas de seguridad, la Comisión inició "inmediatamente" conversaciones con los Estados miembros sobre las autorizaciones de la UE de los aromas en cuestión, con el fin de proteger la salud de los ciudadanos.

"Basándose en los dictámenes de la EFSA y teniendo en cuenta las opiniones de los Estados miembros, la Comisión propondrá retirar estos aromas de humo del mercado de la UE lo antes posible. Si cuenta con el apoyo de los Estados miembros, la retirada de los aromas de humo del mercado de la UE podría tener lugar a principios de 2024", concluyó el portavoz.

En multitud de alimentos

Los aromas de humo se añaden a los alimentos, como la carne, el pescado o el queso, como una alternativa al proceso de ahumado tradicional. Pero también se pueden utilizar como aromatizantes en otros alimentos como sopas, salsas, bebidas, patatas fritas, helados y dulces.

En vista a la renovación de las licencias de uso, la Comisión Europea pidió un informe sobre la seguridad de ocho aditivos a la AFSA, con sede en la ciudad italiana de Parma, que emitió su veredicto el 16 de noviembre pasado.

Los ocho productos que han sido usados durante los últimos diez años en la UE y que han solicitado su renovación de uso por otra década más -otros dos presentes en el mercado no han solicitado renovación- presentan riegos de genotoxicidad.

La genotoxicidad es la capacidad de una sustancia química de dañar el material genético de las células. Los cambios o mutaciones en la información genética dentro de una célula pueden aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades como cáncer o hereditarias, según la EFSA.

Para este tipo de toxicidad, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria no puede definir un nivel seguro de uso.