El 63,5% de la población de 16 años o más de la CAV, lo que equivale a 1.193.366 personas, superó en 2022 la educación obligatoria, alcanzando un nivel de formación clasificado como secundaria alta o superior. Esto representa un aumento de 1,2 puntos porcentuales con respecto a 2021, cuando esta cifra era de 1.168.748 personas, según datos elaborados por Eustat.

Tomando como base la Clasificación Nacional de Educación (CNED-A), la primera agrupación de estudios alcanzados es la primera etapa de la educación secundaria o inferior, que comprende desde los niveles inferiores hasta los estudios básicos y obligatorios. En esta agrupación se clasifica al 36,5% de la población de 16 y más, y disminuye 1,2 puntos en comparación con 2021.

En este grupo se incluyen las personas con estudios primarios incompletos (1,7%), las personas con educación primaria (10,7%) y son un 24,1% las personas con estudios de primera etapa de educación secundaria, básicamente (los equivalentes a los títulos de la Educación Secundaria Obligatoria, la Educación General Básica, el Bachillerato Elemental, etc.), junto con algunas enseñanzas profesionales.

El segundo grupo es el nivel de educación secundaria y educación postsecundaria no superior, que comprende al 20,3% de la población de 16 y más años, reflejando un aumento de 0,3 puntos en comparación con 2021.

Este nivel se corresponde con los bachilleratos y sus variantes, enseñanzas de tipo profesional de grados básicos y medio.

El tercer grupo, el nivel de educación superior, abarca al 43,2% de la población, con un aumento de 0,9 puntos con respecto al año anterior.

Dentro de este grupo, el 15,5% corresponde al nivel de formación profesional superior, que cuenta con 291.103 personas.   

TERRITORIOS HISTÓRICOS

Por territorios históricos, se observan diferencias porcentuales reducidas en cuanto al nivel de formación alcanzado por la población de 16 años o más.

En Araba se constata una mayor proporción de personas con un nivel de formación del grupo A, que corresponde a la primera etapa de educación secundaria o inferior, con un 37,4%, en contraste con el 36,8% de Bizkaia y el 35,6% de Gipuzkoa.

Asimismo, en Araba se encuentra la mayor proporción de personas con un nivel de formación del grupo B, que abarca la segunda etapa de educación secundaria y educación postsecundaria no superior, con un 21,5%, frente al 20,7% de Gipuzkoa y el 19,8% de Bizkaia.

Por el contrario, el nivel de formación del grupo C, que representa estudios superiores, es ligeramente más frecuente en Gipuzkoa, con un 43,7%, y en Bizkaia, con un 43,4%, que en Araba, con un 41,1%.

A nivel comarcal, son más acusadas las diferencias en cuanto a la educación superior. Destacan, por superar en más de la mitad de su población de 16 y más años, las comarcas de Plentzia-Mungia (56%) y las Estribaciones del Gorbea (52,4%), que superan la media de la comunidad en 12,8 y 9,2 puntos porcentuales, respectivamente.

En sentido contrario se encuentran las comarcas de la Rioja Alavesa (33,6%) y la de Encartaciones (36,3%), donde alrededor de un tercio de su población poseen el nivel de formación superior.

Por último, también se producen diferencias entre las capitales vascas en la proporción de personas con estudios superiores, siendo Donostia la que muestra el porcentaje más alto (50,8%), seguida de Bilbao (47,4 %) y de Gasteiz (40,5%), siguiendo el orden ya visto en los territorios históricos.

En los hombres y mujeres de 16 y más años, el grupo más numeroso es el de la educación superior, con un 43,9% en los hombres y un 42,5% en las mujeres. A continuación, la primera etapa de educación secundaria e inferior, con más importancia relativa en las mujeres (38,7%) que en los hombres (34,1%), y, por último, la segunda etapa de educación y educación postsecundaria no superior, que es más frecuente entre los hombres (22%) que entre las mujeres (18,8%).

Por territorios históricos y nivel de educación superior, destaca el colectivo de mujeres que residen en Álava por contar con un valor relativo superior al que posee el colectivo de hombres, 40,7% frente a 41,4%.   

ESTUDIOS SUPERIORES

En 2022, el 11% de la población de 16 años o más en Euskadi, equivalente a 207.608 personas, está matriculada en algún nivel de estudio en curso según la Clasificación Nacional de Educación para estudios en curso (CNED-P).

Más de la mitad de este grupo de estudiantes, el 51,8% (un total de 107.499 personas), se encuentra en el nivel de educación superior. Un 39,7%, que representa 82.389 personas, está en el nivel de educación secundaria y educación postsecundaria no superior.

El 6,1%, es decir, 12.686 personas, se ubica en el nivel de primera etapa de la educación secundaria o niveles inferiores. Por último, el 2,4%, equivalente a 5.034 personas, está matriculado en educación no formal para personas adultas.

Si se observa la población estudiantil de 16 o más años desglosada por sexo, se aprecia una mayor presencia de mujeres, que representan el 52,5%, en comparación con los hombres, que constituyen el 47,5%.

Esta diferencia se mantiene de manera uniforme en todos los niveles educativos en curso. En el nivel primario, las mujeres están representadas en un 53,5%, lo que implica una diferencia de 7,1 puntos porcentuales en comparación con los hombres.

Estas proporciones son muy similares en el colectivo de hombres y de mujeres por separado. Las diferencias consisten en una mayor proporción de hombres en el grupo B Segunda etapa de educación secundaria y educación postsecundaria no superior (+1,9 puntos), y una mayor proporción de mujeres en todos los demás, en particular en la educación no formal (+1 punto).

En 2022, más de la mitad de la población estudiante de primera etapa de la educación secundaria o inferior y de educación secundaria y educación postsecundaria no superior, 54,5% y 55,8% respectivamente, lo hacen en su propio municipio.

Por otro lado, el 45% de la población de 16 y más años de Euskadi cursa tanto estudios de formación profesional superior como universitarios en un municipio que pertenece a su territorio histórico, esto es, 48.349 personas.

En este nivel hay una proporción importante de personas cuyo centro de estudios se ubica en otra comunidad autónoma o en el extranjero (18,1%). Esta situación no se aprecia en el resto de los niveles de estudio.