La Fiscalía ha rebajado su petición de pena para el denominado 'asesino de Grindr', acusado de asesinar con más de 60 puñaladas a Najuzatih Zahell tras un encuentro concertado en la aplicación, de 25 a 20 años de prisión después de que haya reconocido todos los hechos que se le imputan, y la acusación particular y la propia defensa del acusado se han adherido a esta solicitud porque el procesado quiere acabar con el proceso.

La Audiencia Provincial de Madrid ha seguido este martes el juicio con jurado a Julián Ovejero, para quien la Fiscalía pedía inicialmente 25 años de cárcel por asesinar de más de 60 puñaladas a Najuzatih Zahell, con el que quedó en febrero de 2018 a través de una aplicación de citas para homosexuales.

RECONOCE LOS HECHOS

La sesión de este martes ha comenzado con la declaración del acusado, que de manera clara y sin titubear ha contestado a las preguntas del fiscal, ya que la acusación particular y la defensa no le han interrogado.

Julián Ovejero ha reconocido los hechos relatados por la Fiscalía, y al ser preguntado sobre si se dieron las circunstancias atenuantes que expuso su defensa -obcecación, alteración psíquica y consumo de drogas-, ha contestado que no. Ha cambiado así su declaración de 2022 ante el juez, en la que dijo que se volvió como loco y que estaba drogado.

Ha relatado que él no había tomado drogas pero que la víctima sí, y que en un momento dado cogió un cuchillo de la cocina y apuñaló a Najuzatih, inicialmente por la espalda.

"Ocurrió todo tan rápido, en uno o dos minutos... estábamos de pie y él cae al suelo y yo seguí atacándole", ha añadido, precisando que la víctima no tuvo posibilidad de defenderse "porque todo fue repentino".

LA VÍCTIMA SEGUÍA VIVA

Ha asegurado que él si era consciente de lo que hacía y que cuando se fue del piso la víctima estaba viva. "Hice lo que se me ocurrió en ese momento, no sabría explicárselo".

Tras la agresión trató de limpiarse las manos en el lavabo, cogió el arma homicida y el móvil de Najuzatih, se vistió y salió del piso y a los dos o tres días se marchó a Argentina.

Tras esta declaración la Fiscalía ha modificado sus conclusiones provisionales, rebajando de 25 a 20 años su petición de cárcel al estimar el reconocimiento de los hechos y eliminar el delito de hurto que le imputaba por robar el móvil de la víctima.

La acusación particular se ha adherido a esta petición y también la letrada del acusado, que ha explicado, como ya adelantó el lunes, que Julián Ovejero necesitaba responder por el crimen y pedir perdón.

"ABATIDO"

"Él quería acabar con todo esto. Quería asumir la culpa y empezar la vida desde cero", rápidamente, y por eso se ha "amoldado" a lo que ha pedido la Fiscalía, ha explicado la letrada Mari Luz Floro al acabar la sesión, que ha destacado que Ovejero está "fatal, abatido".

Ahora sigue un tratamiento en prisión para reinsertarse y espera ser trasladado a Argentina en cuanto cumpla el tiempo de prisión estipulado en estos casos.

La letrada ha explicado que el motivo del crimen se desconoce y probablemente nunca se sepa, al igual que ha sostenido el letrado de la acusación particular, Julen Martínez, quien ha puesto de relieve que "lo importante es que se sepa la verdad" y que Ovejero responda penalmente por lo que hizo.

La familia de Najuzatih quiere "cerrar el círculo y que se recuerde a la víctima como se merece". Varios agentes que han declarado en la vista de este martes han relatado cómo las pruebas llevaron a Julián Ovejero, y dos peritos han detallado todas las heridas que tenía.

Los hechos ocurrieron el 23 de febrero de 2018 en un piso de la calle Alejandro Sánchez del barrio de Carabanchel de Madrid, al que el acusado, argentino de 23 años, acudió tras citarse con Najuzatih Zahell, de origen puertorriqueño y 34 años, mediante la aplicación Wapo. Ambos ya habían quedado otras veces a través de otros medios como Grindr.

Najuzatih fue encontrado muerto un día después con 63 puñaladas, y Ovejero fue detenido en septiembre de 2021 en Argentina.