La titular del Juzgado de Primera Instancia número 16 de Zaragoza ha prohibido la salida del país de Emily, una niña de 2 años que desapareció el pasado viernes con su madre, de nacionalidad ucraniana, sin dejar rastro alguno de su paradero, ante el riesgo potencial de que su progenitora trate de sacarla del Estado.

El padre de la niña, Alejandro Vaquero, denunció su desaparición ante la Policía Nacional el pasado viernes, 19 de mayo, después de que la madre la recogiera de casa de los abuelos alegando que iba a llevarla a una fiestas de cumpleaños.

La Policía Nacional observó en las cámaras de seguridad de la comunidad que la mujer salió de la casa con su hija y con maletas.

En su auto, al que ha tenido acceso EFE, la jueza, la misma que lleva el procedimiento de divorcio de los padres de la menor, otorga la guarda y custodia de la menor al padre y ordena solicitar a los cuerpos policiales competentes en la materia que realicen las gestiones pertinentes para el cierre de fronteras y prohibición de expedición de pasaporte a la niña.

La demanda se suma a la instrucción penal iniciada por el Juzgado de Instrucción número 9 de Zaragoza, a instancias de la representante legal del padre, la letrada Xenia Cabello, por un presunto delito de sustracción de menores.

En su resolución, no recurrible, la jueza de primera instancia no sólo ordena cerrar las fronteras para la salida de la niña, sino que acuerda dirigirse a las embajadas de Estados Unidos, lugar de nacimiento de la menor, y de Ucrania, patria de la madre, para prohibir la expedición de pasaportes a nombre de Emily.

Advierte la jueza del riesgo de salida de España de la menor, "teniendo en cuenta las circunstancias específicas del caso, ya que desconocemos si en el supuesto de trasladarse a otro país, en el mismo sería de aplicación alguno de los instrumentos internacionales existentes al respecto".

El padre, Alejandro Vaquero, en declaraciones a EFE, ha destacado que él y la madre de la menor vivían juntos a pesar de estar en trámites de separación y que ella ya le había manifestado en diversas ocasiones que quería irse con su hija y que él podía quedarse con la casa y todas las pertenencias de ambos.

El padre ha reconocido que le preocupa que haya solicitado la ciudadanía rusa, "porque en Rusia se la conceden a los ucranianos sin problemas y porque ella habla ruso y su madre y su hermanos son rusos".