La consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Nerea Melgosa, ha reafirmado este jueves la apuesta por la conciliación de la vida personal, familiar y laboral del Gobierno vasco, que invierte 30 millones de euros anuales en medidas destinadas a favorecerla. Un total de 25 empresas integran ya la 'Comunidad Kontzilia', con lo que deberán poner en marcha un plan de conciliación en dos años.

Melgosa, que ha presentado en Bilbao la 'Comunidad Kontzilia', ha recordado que, desde el año pasado, a las ayudas directas que se ofrecen a las personas trabajadoras por el disfrute de reducciones de jornada o excedencias, se suma una nueva línea de ayudas dedicada a las empresas, que busca que estas puedan realizar un diagnóstico y un plan de acción para mejorar la conciliación de sus plantillas.

'Comunidad Kontzilia'

Además, el Gobierno apoya a las empresas concienciadas en la materia a través de una red que ofrece compartir experiencias y cuenta con un asesoramiento individualizado, la 'Comunidad Kontzilia'.

Este jueves, Día de la Conciliación y la Corresponsabilidad, la 'Comunidad Kontzilia' se ha reunido en Bilbao y ha dado la bienvenida a nuevas empresas que se han adherido a ella, sumando en total 25.

En el acto, la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales ha destacado "la apuesta firme del Gobierno vasco por las políticas de familia, de igualdad y de cuidados, combatiendo con ello también la pobreza infantil". A su juicio, "la conciliación abre la puerta a que las personas que quieran cuidar puedan hacerlo, o a que lo hagan con mejores condiciones".

Pertenecer a la Comunidad ofrece a las entidades miembro el acceso gratuito a diferentes recursos: acompañamiento y orientación individualizada en la puesta en marcha de medidas de conciliación; tres o cuatro sesiones anuales de trabajo compartido; información y materiales relacionados con la conciliación, y formación sobre temas de interés para la Comunidad a cargo de personal experto en diferentes áreas.

El único requisito que se exige a las empresas que quieran ser miembro de la Comunidad es tener un diagnóstico y un plan de conciliación (o el compromiso de tenerlo en un plazo máximo de dos años), y la disposición para poner en marcha alguna de sus medidas.   

Programas multidisciplinares

Según ha expuesto Nerea Melgosa, el Gobierno vasco tiene puesta en marcha diferentes líneas para impulsar la conciliación, como las ayudas directas a las personas trabajadoras que se toman un tiempo para cuidar.

En 2022, un total de 12.007 personas se beneficiaron de las ayudas a las excedencias o reducciones de jornada para cuidado de hijos o de hijas, que supusieron una inversión de 28,3 millones de euros, mientras que otras 447 personas recibieron una ayuda económica directa por estar en situación de excedencia o reducción de jornada para el cuidado de familiares en situación de dependencia. En estas personas más de 1,2 millones de euros.

Además, desde el año pasado existen apoyos económicos directos a las empresas que realicen un diagnóstico y un plan de acción para mejorar la conciliación de sus plantillas. El año pasado 44 empresas se beneficiaron de la nueva línea de ayudas, lo que supuso una inversión pública de más de 220.500 euros. Más de 2.260 personas trabajadoras se han visto beneficiadas.

Ayudas para trabajadores y empresas

En 2023, se prevé publicar en breve una segunda convocatoria de estas nuevas ayudas, pero ampliando el presupuesto hasta los 420.000 euros, con la idea de llegar a más de 80 nuevas empresas y más de 4.200 personas trabajadoras.

Asimismo, se impulsa la red de empresas, la Comunidad Kontzilia, un espacio de aprendizaje colectivo en el que empresas y entidades con un plan de conciliación (o con el compromiso de tenerlo en un plazo de dos años) comparten experiencias, conocimiento y prácticas para reforzar su apuesta por la conciliación como una forma de ayudar a sus trabajadores.

Tiene una web propia, www.euskadi.eus/kontzilia, dónde se recopila y ofrece toda la información sobre la materia.

Una opción no una obligación

Melgosa ha explicado que su departamento celebrará el próximo mes de junio un congreso que aborde la materia. "Nuestra inversión en favor de la conciliación asciende a 30 millones de euros anuales, sin contar otras medidas que ponemos en marcha para ayudar a las familias vascas: como las ayudas para la contratación de personas trabajadoras para el cuidado de hijos e hijas; las ayudas para equiparar permisos de paternidad y maternidad, y la extensión de los permisos en familias monoparentales o monomarentales.

También ha destacado que están puesta en marcha nuevas ayudas mensuales para la crianza y el mantenimiento de hijas e hijos; la gratuidad de las haurreskolak desde septiembre; los apoyos como betiON u OK en casa; la cartera de Servicios Sociales o las bonificaciones fiscales.

La consejera ha destacado que las empresas que forman la Comunidad Kontzilia que su apuesta "por posibilitar los cuidados y la igualdad" también es la del Ejecutivo. "El cuidado familiar es expresión de un vínculo y un compromiso habitualmente voluntario que obedece también al deseo y la expectativa de ser correspondidos y corresponder. Creemos que ser cuidado por la familia y cuidar de una o un familiar ha de ser fruto de una decisión libre, consciente, informada y corresponsable en el seno de la familia. El cuidado familiar ha de ser por ello una opción", ha argumentado.

En este sentido, ha proclamado que promover la conciliación de la vida familiar, personal y laboral encaja con el modelo de cuidados que Euskadi necesita. "Debemos facilitar los apoyos necesarios para cuidar (información, orientación, formación, respiro, apoyo psicosocial...), incluyendo el cuidado institucional y, cómo no, las medidas de conciliación como soportes imprescindibles", ha manifestado.   

Modelo de cuidados propio

Nerea Melgosa ha asegurado que en Euskadi se aboga "por un modelo de cuidados propio, un modelo que preserve la contribución a los cuidados de los cuatro sectores de la sociedad: familias y comunidades, organizaciones de iniciativa e intervención social, empresas y sector público".

"No quiero olvidar que, sobre todo, somos las mujeres quienes cuidamos, ya sea en el ámbito familiar como en el institucional. Cuidamos, además, con escaso reconocimiento y vinculadas al trabajo reproductivo", ha asegurado.

Por ello, ha dicho que el contexto social que se afronta reclama que se reorganicen socialmente los cuidados" y se visibilicen, valoren y repartan". "Esta es una tarea que debe ser compartida por hombres y mujeres, por las instituciones públicas y por las familias o la comunidad. Pero también por las empresas y el tercer sector social", ha concluido.