El Hospital del Mar de Barcelona es el primer centro de Cataluña que ha puesto en marcha un programa quirúrgico utilizando fluoresceína sódica, un colorante que se fija en las células cancerosas, para mejorar su detección y la resección de los tumores en el cerebro.

La coloración de las células cancerosas permite a los cirujanos obtener una mayor precisión a la hora de hacer la resección completa del tumor, además de garantizar que al terminar la cirugía se ha eliminado todo rastro de tumor, limitar el riesgo de recidiva y, por tanto, incrementar la supervivencia.

La neurocirujana coordinadora del Servicio de Neurocirugía de el Hospital del Mar y responsable de la cirugía oncológica en el cerebro del centro, Gloria Villalba, ha explicado que "la fluorescencia puede dar una información muy relevante, ya que puede ayudarnos a hacer visibles células malignas más allá de la cápsula tumoral, no visibles de otra forma".

"Además, también ayuda a confirmar durante la misma cirugía con el patólogo que son células tumorales, y extirpar la zona afectada, practicando resecciones más grandes y beneficiosas desde el punto de vista oncológico", ha añadido Villalba.

Según la neurocirujana, las guías oncológicas indican que es necesario dejar un margen de seguridad de tejido sano más allá de la cápsula de la metástasis para garantizar que se extraen todas las células malignas, es decir, que la resección debe ir entre 4 y 5 milímetros más allá de lo que indican las imágenes del cerebro del paciente, aunque este estándar no garantiza su completa eliminación.

Con la fluoresceína sódica, que se inyecta por vena al paciente en el mismo quirófano y que no tiene efectos secundarios, se puede comprobar si ese margen es suficiente o es necesario ampliarlo.

EL TUMOR BRILLA

La fluoresceína sódica hace que las células tumorales brillen con fluorescencia de color amarillo si se miran a través de un microscopio dotado de los filtros adecuados y su utilidad ha sido comprobada en otras patologías, como algunas oftalmológicas, pero hasta ahora ha sido poco usada en neurocirugía para metástasis cerebrales.

En otros tipos de tumores, como los gliomas, existen otras sustancias que cumplen esta función, pero no funcionaban en pacientes con metástasis.

El equipo del Hospital del Mar, en el que hay profesionales de los servicios de Neurocirugía, Anatomía Patológica, Farmacia, Oncología Médica, Oncología Radioterápica, Neurología y Radiología, empezó a trabajar con este colorante a finales de 2022.

En el quirófano, los cirujanos toman muestras de la zona iluminada por la fluoresceína sódica y las envían al Servicio de Patología para certificar que se trata de células tumorales y continuar la resección del tumor.

"Esto significa que la probabilidad de recidiva es mucho menor, puesto que depende de las células tumorales que hayan podido quedar después de la cirugía", han destacado Villalba y Alejandra Narváez, médica adjunta en el Servicio de Neurocirugía, ambas encargadas de las cirugías de metástasis cerebral en el centro.

En este sentido, las doctoras Montserrat Arumí y Gina Parini, médicas adjuntas del Servicio de Anatomía Patológica, han señalado que hacen consultas intraoperatorias mientras se lleva a cabo la cirugía con la fluoresceína sódica.

"Nos envían muestras desde el quirófano, durante el acto quirúrgico, que son procesadas rápidamente mediante cortes congelados para poder hacer una orientación diagnóstica y poder decidir así la opción terapéutica más apropiada", han reiterado.

De este modo, "en los casos en los que se utiliza la fluoresceína sódica, hemos observado, en muestras procedentes de tejido adyacente a la lesión, en zonas aparentemente no afectadas, la presencia de escasos grupos de células tumorales infiltrando el tejido. Dados los resultados observados, creemos que puede ser muy útil para poder hacer una exéresis más completa del tumor", han concluido.