Las labores de búsqueda de los dos montañeros vascos desaparecidos al ser sorprendidos por una avalancha cuando descendían del pico Fitz Roy, en la Patagonia, no se iniciarán hasta que cambien las condiciones meteorológicas en la zona, actualmente peligrosas.
Según han informado fuentes de la Presidencia del Gobierno vasco, responsables de los servicios de rescate han explicado a la delegada del Ejecutivo autonómico en Argentina, Sara Pagola, que actualmente las temperaturas en el lugar son muy altas y que eso podría provocar nuevos aludes que pondrían en riesgo a los equipos de salvamento.
El Gobierno vasco sigue en contacto con las autoridades argentinas para interesarse por la situación de los dos alpinistas vascos. También el Consulado General en Bahía Blanca y la Embajada en Buenos Aires "tienen conocimiento del caso y están realizando gestiones", han confirmado fuentes de Exteriores.
Los dos alpinistas desaparecidos son Iker Bilbao, de Durango (Bizkaia) que actualmente vive en Abadiño, y una de Urnieta (Gipuzkoa), Amaia Agirre.
Los Bomberos de Euskadi han expresado en las redes sociales su preocupación por la situación en la que se encuentra el primero de ellos, ya que es bombero en el parque de la localidad alavesa de Llodio.
Un tercer montañero vasco, Josu Linaza, vecino de Igorre (Bizkaia) y que salió con vida del suceso, pudo avisar sobre lo sucedido este pasado jueves a los servicios de emergencia.
Los tres montañeros habían ascendido a la cima del Fitz Roy por la vía Afanassieff. Ya en el descenso desde la cumbre una avalancha de nieve húmeda les alcanzó y fueron arrastrados por la misma hasta una grieta quedando sepultados a una gran profundidad, según explica la FAM.
"La alerta llegó en la madrugada por parte de Josu Linaza, que sigue en la zona y las noticias son poco esperanzadoras. La Comisión de Auxilio de El Chaltén nos traslada que no se dan actualmente las condiciones de seguridad para el rescate debido a lo inestable de la montaña en este momento y no nos trasmite expectativas de encontrarles con vida", lamenta la Federación Aragonesa de Montañismo (FAM).