Miles de personas han participado este sábado en las manifestaciones convocadas en las tres capitales vascas por el Movimiento de Pensionistas de Euskal Herria, sindicatos y organizaciones sociales que conforman la Carta De los Derechos Sociales de Euskal Herria, así como diversos colectivos y sindicatos que se han adherido, en contra del empobrecimiento social.

En Vitoria, la protesta ha arrancado a las 12.00 horas desde la plaza del Artium, mientras que en el caso de San Sebastián y Bilbao las manifestaciones se han desarrollado a lo largo de la tarde.

En el caso de la capital vizcaína, las centrales sindicales han iniciado la marcha pasadas las 17.30 horas del Sagrado Corazón, encabezados por una pancarta con el lema 'Soldata, pentsio eta zerbitzu publiko duinak- Ante el empobrecimiento, reparto de la riqueza'. La protesta ha confluido media hora después con el colectivo de pensionistas, que les aguardaba en la Plaza Moyua tras una pancarta en la que se leía 'Recortes de pensiones no - 1.080 pensión mínima'.

Todos ellos han recorrido las calles del centro de la capital vizcaína para concluir frente al Ayuntamiento, donde se ha leído un manifiesto en el que se ha denunciado, entre otras cuestiones, el deterioro de los servicios públicos o los altos precios de la vivienda.

Asimismo, han reclamado incrementos del salario mínimo, pensiones mínimas de 1.080 euros, acabar con la brecha salarial de salarios y pensiones o una red pública universal de servicios sociosanitarios de atención y cuidados.

Asimismo, las organizaciones convocantes han rechazado que la alternativa de los poderes públicos a la actual crisis sistémica sea promover que "unas pocas personas acumulen cada vez más riqueza a costa de empobrecer a la clase trabajadora, reducir los servicios públicos, condenar al trabajo invisible y no reconocido de cuidados a las mujeres, y destruir los ecosistemas y la biodiversidad del planeta".

SINDICATOS

Minutos antes del inicio de la manifestación, el secretario general de ELA, Mitxel Lakuntza, ha denunciado el "proceso de empobrecimiento de la clase trabajadora" y ha reclamado un "profundo cambio en las políticas sociales".

"Queremos defender el poder adquisitivo de los salarios y las pensiones y exigir unas prestaciones sociales dignas", ha indicado, para añadir que "a medida que aumentan los beneficios empresariales, los trabajadores, pensionistas y las personas que reciben prestaciones sociales son cada vez más pobres".

Asimismo, ha criticado que las instituciones vascas se "nieguen" a afrontar la actual crisis energética y ha abogado por "poner límites al oligopolio de la energía". "Pedimos a los gobiernos de Urkullu y Chivite que se alejen de los poderes económicos y que se pongan del lado de la gente", ha añadido.

Por último, ha solicitado una "profunda reforma tributaria", pese a que tanto el Gobierno vasco como el navarro son "de los pocos que no hablan de fiscalidad en Europa". "Los presupuestos que se han presentado en Iruñea y Gasteiz nos parecen insuficientes e indefendibles", ha concluido.

Por su parte, la coordinadora general de LAB, Garbiñe Aranburu, ha denunciado el aumento de la población que vive "en situación o riesgo de pobreza" y ha advertido en que solo "la organización y la lucha pueden revertir la situación".

Tras denunciar que las reformar que han "legalizado la precariedad han multiplicado a las patronales la posibilidad de explotar a los trabajadores", ha incidido en que la última reforma laboral "no ha recuperado derechos". "Tampoco hay políticas fiscales y presupuestarias redistributivas y se está dando una destrucción de los servicios públicos", ha añadido, al tiempo que ha lamentado que "en sanidad pública faltan inversiones".

"Las políticas públicas clasistas exigen un cambio de rumbo de fondo. Por parte de los gobiernos y los partidos sistémicos no hay decisión ni voluntad de impulsar políticas públicas que pongan en el centro la vid digna de la ciudadanía", ha concluido.