- El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) confirmó ayer la condena a nueve años que la Audiencia Provincial impuso en marzo al violador en serie de Gipuzkoa por una agresión sexual a una joven a la que violó la madrugada del 1 de enero de 2015 en Lasarte-Oria.
El pasado mes de abril, la defensa recurrió este fallo en apelación ante el TSJPV, al que solicitó la libre absolución de su cliente y, en caso de no hacerlo, pidió que fuera condenado por un delito de violación pero en grado de tentativa.
Ambas pretensiones han sido rechazadas por el TSJPV que, en una sentencia difundida ayer, ha confirmado en todos sus términos la resolución inicial de la Audiencia, al entender que “se asienta en prueba suficiente para formular la declaración de culpabilidad del acusado”.
La violación se produjo la madrugada del 1 de enero de 2015 cuando la víctima regresaba sola a su domicilio tras haber celebrado la Nochevieja con unos amigos y el inculpado la abordó “por detrás” en unos soportales, le “anuló toda posibilidad de defensa”, tapando su boca y nariz “con una copa de sujetador impregnada en cloroformo”, y la agredió sexualmente.
La resolución del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco no es firme, ya que aún es posible presentar un nuevo recuso de casación ante el Tribunal Supremo en un plazo de cinco días.
Además de este caso, el violador en serie de Gipuzkoa se encuentra pendiente de que el TSJPV resuelva otro recurso que interpuso ante este tribunal contra otra pena de quince años de cárcel que también le impuso la Audiencia de Gipuzkoa por otra agresión sexual cometida en un domicilio de Beasain la madrugada del 13 de julio de 2019.
En esta ocasión, el inculpado, de nacionalidad rumana, abordó a su víctima en el rellano de la escalera del la vivienda de la joven -a la que conocía previamente-, tras lo que la introdujo en la vivienda, la dejó inconsciente aplicándole cloroformo y posteriormente la violó. Precisamente, este caso fue el que permitió poner fin a sus múltiples agresiones, ya que hizo posible la detención del hombre a raíz de una minuciosa investigación en la que la Ertzaintza determinó que el agresor era una de las pocas personas que sabía que aquella noche la víctima estaría sola en su casa.
Esta circunstancia puso el foco sobre el sospechoso hasta que los vestigios biológicos de una cucharilla recuperada de un restaurante de comida rápida, contrastada con el ADN de su semen, hicieron posible su identificación. Asimismo, durante el registro de su ordenador personal, localizado en un vehículo usado por el procesado, se descubrieron imágenes y vídeos de otras agresiones sexuales supuestamente cometidas por este mismo hombre.
Además de estas dos violaciones ya sentenciadas, este mismo hombre volverá a sentarse el próximo septiembre en el banquillo de los acusados por una presunta violación y dos tentativas de agresión sexual ocurridas en Andoain, Tolosa y Anoeta.
Además de las dos violaciones sentenciadas, el acusado volverá a sentarse en el banquillo por una violación y dos tentativas