- España tiene en la actualidad alrededor de 8,2 millones de habitantes menores de 18 años, una cifra inferior no ya a los 11,6 millones de 1976, cuando comenzó a bajar la natalidad, sino a la de hace casi un siglo, en 1930, cuando eran 7,3 millones con la mitad de población que en la actualidad. El informe del Observatorio Demográfico CEU La población infantil y juvenil en España, presentado por su director, el catedrático emérito del CEU San Pablo Joaquín Leguina, califica de “impresionante” el “vaciamiento de savia joven de España”, solo compensado en parte por la inmigración.
Como ocurre con otras variables demográficas, en el peso de la juventud existen en España diferencias territoriales muy significativas, con Murcia y Andalucía como comunidades “más jóvenes”, con el 28,1% y el 26,1% de menores de 25 años, y Asturias, Galicia y Castilla y León, como las “menos jóvenes”, con el 18,4, 18,8 y 20,4%, respectivamente.
En toda España ha disminuido mucho desde 1976 el número de niños y jóvenes, pero hay zonas donde esta reducción ha sido “apreciablemente mayor” que en otras, como Canarias, donde “el mayor desplome de la fecundidad en los últimos 45 años” ha llevado a esta comunidad de la cabeza de España tras Murcia a ocupar, junto con Asturias, el último puesto. Hasta hace unas pocas décadas, dice este trabajo del CEU, coordinado por Alejandro Macarrón, de España se iba mucha más gente de la que venía, de modo que a finales de 1975 la población extranjera no llegaba ni al 0,5% del total.
Sin embargo, en los 20 años siguientes aumentó hasta el 2,7 el porcentaje de residentes nacidos fuera de España y en los 25 años posteriores ha subido hasta el 15,2% (alrededor de 7,3 millones a comienzos de 2021, según el INE).
Respecto a la inmigración, el informe se detiene a revisar el “reto de enorme trascendencia” que tiene el país a la hora de “procurar la buena integración de la población inmigrante, especialmente de los jóvenes”, un desafío en el que “el sector educativo, desde las primeras etapas infantiles en los colegios, hasta la universidad, ha de jugar un papel de primer orden para que, de mayores, los hijos de inmigrantes tengan las mismas oportunidades que los demás y compartan en lo esencial los mismos valores ciudadanos y afecto a España”.
Citando a la investigadora en el Centro de Estudios de Migraciones de la Universidad Autónoma de Barcelona Silvia Carrasco, el trabajo del CEU indica que “los alumnos extranjeros duplican el abandono escolar prematuro respecto a los alumnos autóctonos”, una muestra de que “la brecha entre jóvenes inmigrantes y nacidos en España es enorme”.
En su conjunto, la juventud española suma “más universitarios que nunca” y, además, un porcentaje superior de mujeres que de hombres, aunque “no en los estudios para los empleos mejor pagados”. En el curso 2020-2021, según datos del Ministerio de Educación, había un 25% más de mujeres matriculadas en facultades universitarias, pero, por ejemplo, mientras ellas doblaban y casi triplicaban a los hombres en las ramas de educación, salud y servicios sociales, ellos era más de dos tercios en carreras de ingeniería, industria y construcción.
Una de las primeras causas de muerte. El suicidio es una de las primeras causas de muerte de los jóvenes en España, pero ni es muy frecuente, ni se está disparando, según la CEU. Al respecto, señala que el suicidio es la segunda causa de muerte tras los accidentes, entre estas franjas de edad. Empieza a darse entre los 10 y los 19 años y más entre los 20 y los 29 años, lo que no significa que los jóvenes se suiciden mucho, sino que esta causa representa un “elevado” porcentaje de las muertes.