La Audiencia Provincial de Toledo ha condenado a 21 años y medio de prisión al hombre que asesinó a su cuñada, que tenía discapacidad, y acuchilló a otra mujer en el municipio toledano de Yeles en agosto de 2019.
Además, le condena a indemnizar con 150.000 euros a la familia de la fallecida y con 10.000 euros para la otra víctima por las lesiones y secuelas, según la sentencia de la Sección Segunda de la Audiencia.
La sentencia considera probado que V.C.S., de 46 años y que está en prisión desde el 4 de agosto de 2019, acudió a una cita sexual previamente concertada con una mujer en Yeles pero ante la necesidad de consumir más cocaína y adquirir dinero para pagar los servicios sexuales salió de este domicilio y se dirigió en un vehículo de su suegro a la casa de su cuñada, que tenía un grado de minusvalía del 82 por ciento sabiendo que había cobrado la pensión por incapacidad.
Una vez en casa de su cuñada, el procesado cogió una llave de hierro para cambiar ruedas de camiones al prever que ella iba a negarse a darle el dinero de su pensión, y así lo hizo desde una banqueta en la que estaba sentada en el salón de su vivienda, lo que enfureció al acusado, que, con la intención de causarle la muerte o al menos aceptando que podría producirse y aprovechándose de la deteriorada situación física de la mujer, la golpeó con la llave y con una banqueta y le provocó múltiples fracturas craneales que le llevaron a la muerte.
Una vez asesinada, cogió el dinero en billetes que su cuñada tenía en la cartera y regresó a la casa de la mujer con la que se había citado, donde siguió consumiendo cocaína y alcohol hasta las 5:00 horas, cuando le pidió a ella dinero para ir a comprar más sustancias, pero esta se negó y se dispusieron a dormir.
Sin embargo, el acusado se levantó a por un cuchillo de la cocina y volvió para aprovecharse de que ella dormía boca abajo y, con la intención de matarla o sabiendo que podía hacerlo, le asestó una puñalada en la espalda, ante lo que se giró e intentó defenderse, por lo que recibió otros golpes, hasta que salió corriendo al pasillo y pidió auxilio a su compañero de piso.
Entonces, el acusado salió corriendo semidesnudo de la casa y dejó en el domicilio sus pertenencias, mientras que la mujer fue asistida de urgencia por los servicios sanitarios.
Por el delito de asesinato se le ha condenado a 12 años de prisión y 10 años de libertad vigilada que se ejecutarán después; por el robo con violencia, dos años de cárcel; y por asesinato en grado de tentativa siete años y seis meses de prisión y otros ocho años de libertad vigilada.