Cruzar la Semana Santa puede ser la nueva meta volante de la pandemia. Hoy miércoles se celebra Consejo Interterritorial en Toledo y Sanidad y las comunidades autónomas se vuelven a ver las caras con una gran medida pendiente, debatir el final del uso de las mascarillas en espacios interiores, la única restricción vigente del coronavirus. Que estos elementos tienen los días contados es evidente, pero el debate radica en saber si se eliminarán antes o después de Pascua. Porque las comunidades esperan el criterio de los expertos de la Ponencia de Alertas y Planes de Preparación y Respuesta, que, de momento, consideran que no debería retirarse hasta después de Semana Santa y no en todos los espacios. Según un primer borrador, los especialistas discrepan de los planes del ministerio de Carolina Darias, que le ha entrado las prisas por retirar este elemento antes, y proponen hacerlo después de las festividades.
Hasta ahora el Gobierno de Pedro Sánchez se ha limitado a decir que el final de las mascarillas en interiores llegaría “pronto” o “muy pronto”, y la propia Darias ha declarado vaguedades como que ya quedaba “un día menos”.
Este primer documento aboga por una desescalada progresiva de las mascarillas, que comenzaría en los colegios y que tendría la excepción de hospitales, residencias y transporte público, donde seguiría siendo obligatoria.
El criterio de los técnicos de Salud Pública de las comunidades deja claro al Ministerio de Sanidad que la mascarilla debería mantenerse hasta después de estas primeras vacaciones del año. Los argumentos son que el periodo vacacional es una época de gran movilidad y contactos personales, que hacen previsible un aumento de los contagios. Además, hace poco tiempo que se ha tomado otra medida muy drástica, como el levantamiento de aislamientos para casos leves y asintomáticos.
El Gobierno Vasco no es partidario de retirar la obligatoriedad del uso de la mascarilla en espacios interiores antes de quince días. Y los técnicos del Departamento de Salud prefieren que se aplace su supresión.
Son muchos los inmunólogos y los médicos que ratifican este posicionamiento. Así ayer mismo, la Sociedad de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF) instó a “tener precaución” a la hora de retirar la obligatoriedad de mascarillas en interiores, ya que tras Semana Santa “puede haber repunte de casos ante la elevada interacción social que habrá durante esas fechas”.
Expertos como Juan José Badiola, director del Centro de Enfermedades Transmisibles Emergentes, señalan que “aún es pronto para su retirada” porque “la mascarilla en interiores evita el contagio a través de los aerosoles. Y todavía no hay las suficientes garantías ya que, no todos los bares están suficientemente ventilados ni la mayoría de espacios tienen sistemas de aire acondicionado con salida al exterior. En el momento que una persona contagiada entre a este tipo de locales, aunque sea asintomática, traslada virus al ambiente”.
Excepciones
Las mascarillas seguirán siendo obligatorias en entornos vulnerables como el transporte público, las residencias de mayores y los hospitales. Las voces autorizadas apuntan que hay que retirarlas de manera gradual empezando por ámbitos como el escolar.
Sin noticias
España es uno de los pocos países, junto con Austria, Eslovaquia o Croacia, que todavía no han anunciado cuándo pondrá fin al uso obligatorio de los cubrebocas, la última restricción de la pandemia de coronavirus.
Paciente espera
Las comunidades autónomas abogan por la prudencia y mayoritariamente son partidarias de esperar hasta que lo establezcan los expertos. Pedro Sánchez garantizó que retiraría su obligatoriedad “al segundo siguiente” de que lo aconsejen los técnicos.
¿Qué europeos han dado carpetazo al cubrebocas?
¿Qué europeos han dado carpetazo al cubrebocas?Sin guardar ya cuarentenas, sin bajas laborales, sin pruebas diagnósticas para los casos leves, en estos instantes, uno de cada tres europeos es libre de usar mascarilla o no en espacios cerrados. Aunque en el continente hay un poco de todo, fundamentalmente existen tres grupos principales. Aquellos lugares donde no se usa para nada la mascarilla en interiores son Finlandia, Dinamarca y Suecia, en el norte y Bulgaria, Hungría y Rumanía en el este. Los últimos dos países decidieron poner fin a la obligación del cubrebocas casi al mismo tiempo: 7 y 8 de marzo, sin ninguna excepción.
Además existe otro paquete de naciones donde el cubrebocas solo es necesario para el transporte público, los hospitales y las residencias de ancianos. En este grupo se engloban países como Francia, con más de 100.000 contagios diarios, o Alemania con una media diaria de 200.000 infecciones, Países Bajos y Suiza.
Desde el 8 de marzo, en Bélgica, por ejemplo, las mascarillas solo son obligatorias en el transporte público, los hospitales y las residencias de mayores, por lo que su uso deja de exigirse, por ejemplo, entre el personal de la restauración, los alumnos de secundaria y los clientes de las tiendas.
La mascarilla sigue siendo obligatoria en interiores en doce países, menos de la mitad de los que componen la UE. Con la salvedad de que Italia decidió suprimirla el pasado viernes 1 de abril, y Portugal estudia hacerlo en los próximos días.
EEUU también se ha sumado a esta lista de desertores del tapabocas. Desde principios de marzo, Nueva York dejó de exigirlo en su sistema educativo público, el más grande de EEUU, y la prueba de vacuna para acceder al interior de restaurantes, teatros u otros espacios.
“Es aún pronto porque la mascarilla en interiores lo que evita es el contagio por aerosoles”
Centro Enfer. Transmisibles Emergentes