Tras un duro año de pandemia el Teatro Arriaga ha vuelto a ser esta mañana escenario de los Premios Sabino Arana. Una gala que aunque ha mantenido las medidas de prevención como distancia o mascarillas como recordatorio de que la covid "sigue entre nosotras", ha sido también un encuentro que ha escenificado la esperanza.
Así, como cada año ha servido para homenajear valores intrínsecos de personas, asociaciones, colectivos e instituciones vascas, "por su vocación de entrega y servicio a la sociedad". En esta ocasión, la Fundación en su XXXIII. edición ha querido hacer hincapié en la solidaridad, entrega, compromiso, generosidad, emprendimiento, valentía, arraigo y memoria, valores que como ha incidido la presidenta de la Fundación Sabino Arana "son el mejor antídoto para combatir y superar el bache emocional que puede provocar la pandemia". Y es que según la misma, "constituyen la mejor vacuna ante las tendencias del individualismo, el populismo o la demagogia".
Por ese motivo se ha premiado al sacerdote jesuita vasco-venezolano Luis Ugalde, la asociación Gaztelu Elkartea de Amaiur, al periodista Luis Mari Bengoa, el Club Deportivo Bidasoa, al Basque Culinary Center, y el buque de rescate Aita Mari.
El acto, que ha presentado la periodista Nerea Reparaz ha dado comienzo con la actuación de Verdini Dantza Taldea. Posteriormente ha tomado la palabra Mireia Zarate, que quiso recordar y homenajear a todas las personas fallecidas a lo largo de los dos años de pandemia.
Sin embargo, a pesar de vivir una época difícil la presidenta de la Fundación ha subrayado también que "tenemos motivos para la esperanza". Y es que Zarate ha aludido al descenso del paro registrado en Euskadi, así como al Tour de Francia que comenzará en Euskadi.
Tras agradecer a todas las instituciones "que se han volcado en respuesta a la pandemia" y a todos los profesionales "que han demostrado entrega, compromiso y vocación de servicio", y quienes han estado más cerca del padecimiento y el dolor de las personas y las familias", ha querido poner de manifiesto una virtud, que según Zarate diferencia a Euskadi. "Ezina ekinez egina es la esaera zaharra que ha definido durante siglos la capacidad de superación de los vascos y vascas frene a la adversidad, y ahora también lo hace", defendió.
Valores de los premiados
"El mayor tesoro de esta sociedad son esos valores que encarnan los premiados y premiadas". El primero en subir al escenario ha sido el sacerdote jesuita vasco-venezolano Luis Ugalde, activista social y "referente moral y político" en Venezuela, donde reside desde hace 65 años. Sobre el escenario el sacerdote ha confesado que Iñigo de Loiola y Francisco Javier, "los dos vascos más universales", le enseñaron "que vale la pena ser compañero de Jesús". También se refirió a sus orígenes y el caserío vasco donde, aprendió a no rendirse "ante las dificultades, sino vencerlas con trabajo y tenacidad".
Por su parte, Isabel Alemán, alcaldesa jurado de Amaiur ha insistido en que "tenemos que conocer la historia de nuestros antepasados para poder avanzar como pueblo", una línea en la que la asociación Gaztelu Elkartea de Amaiur trabaja con el objetivo de "recuperar la memoria histórica".
Promoción de las raíces
El periodista Luis Mari Bengoa voz y rostro durante décadas de los herri kirolak, ha recogido su premio subrayando que "siempre he intentado ser ese continuo altavoz en la defensa y promoción de nuestras raíces, de nuestros productores y de nuestras costumbres".
El Club Deportivo Bidasoa, ha sido distinguido "por sus 60 años de historia y su contribución a la promoción del balonmano en nuestro país". En su discurso, Gurutz Aginagalde, presidente del club ha defendido que "desde Irun hasta Europa, seguiremos trabajando en nuestros valores que hoy se están viendo recompensados".
Basque Culinary Center, referente a nivel internacional en formación, innovación, investigación y promoción gastronómica, destacó a través de su director Joxe Mª Aizeaga "la mirada contemporánea sobre la gastronomía que ha convertido al centro en firmes promotores".
El buque de salvamento Aita Mari, que esta misma semana ha rescatado a más de 170 personas en el Mediterráneo ha sido el último galardón que ha otorgado la Fundación Sabino Arana durante esta mañana. Ha tenido además representación tanto en el Teatro Arriaga, con Nerea Machado, miembro de la asociación, que defendió que "La Madre Tierra es de todos y deberíamos poder movernos libremente" e hizo una conexión en directo con la presidenta del Aita Mari Izaskun Arriaran embarcada en el buque en el Mediterráneo.
La gala que ha contado con una amplia representación institucional entre los que destacaron el lehendakari Iñigo Urkullu, Bakartxo Tejeria, Andoni Ortuzar, Unai Rementeria o el alcalde de la villa Juan Mari Aburto, entre otros, culminó con un emocionante momento en el que Machado hizo entrega Mireia Zarate de un chaleco salvavidas del Aita Mari con una ikurriña dentro.