- La llegada un tanto precipitada del pasaporte covid a los restaurantes vascos alteró ayer el funcionamiento de clientes y hosteleros. “Venimos con la cartera y el móvil, todo a mano”, decía Iñaki. Y es que Euskadi comenzó ya en la medianoche del sábado a exigir el pasaporte covid en restaurantes con más de 50 comensales, una decisión avalada por el Tribunal Supremo. Junto a Euskadi, en este puente, Aragón, Baleares, Cataluña, Galicia, Murcia, Navarra y la Comunidad Valenciana son las otras comunidades que solicitan el pasaporte de vacunación para acceder a determinados espacios.

Algunos trabajadores de restauración reconocían que es “un poco liada”. “Nos da mucho más trabajo. Porque hay que cocinar, servir, vigilar el móvil, mirar el pasaporte. Perdemos más tiempo y es un poco locura. Pero preferimos eso a tener que cerrar o a que nos limiten el aforo”, admitían aún reconociendo que el viernes hubo que avisar a muchas reservas y que, algunas mesas se han quedado vacías.

No hay que olvidar que el Gobierno vasco ya ha advertido que sancionará a los responsables de estos establecimientos que no pidan el pase sanitario a sus clientes y corren el riesgo de ser sancionados hasta con 3.000 euros de multa.

Según la orden de Salud, “para poder garantizar el control del cumplimiento de las medidas, tanto los titulares del establecimiento como los agentes de la autoridad, podrán requerir en cualquier momento a los clientes presentes en el establecimiento la exhibición de la documentación presentada para el acceso al local, para comprobar su autenticidad”. “Pero es que alguna gente ha venido como si fuera un día normal. Bastantes mayores han venido sin el certificado y algunos jóvenes también”, señalaron. Sin embargo, con el fin de evitar problemas y garantizarse el acceso a los diferentes locales, hasta la fecha, más de 1.450.000 vascos se han descargado el documento.

Los hosteleros están obligados también a informar mediante cartelería visible desde la entrada del establecimiento de los requisitos para el acceso al local y de las medidas que se aplicarán. La orden advierte de que será responsable de los posibles incumplimientos el titular del establecimiento. La medida se aplicará mientras la tasa de incidencia acumulada en el conjunto de la CAV sea igual o superior a 150 casos por cada 100.000 habitantes. No obstante, no servirá para menores de 12 años.

El LABI celebrado el viernes por la tarde dio luz verde al pasaporte covid, pero de momento no decidió nuevas restricciones en la CAV, donde se ha declarado la emergencia sanitaria. Sin embargo, el lehendakari no descartó la adopción de más medidas.

Las instituciones vascas no quieren limitarse a aplicar el certificado covid digital solo a las actividades de ocio nocturno y a la hostelería, sino que quieren ir más allá. Como el viernes explicó el lehendakari, la intención es extender su aplicación a eventos en espacios cerrados, especialmente cuando el público esté de pie.

También en “otros ámbitos” de la restauración, así como en el caso de gimnasios y espacios interiores donde se practica actividad física o deportiva, o en el caso de visitas a pacientes ingresados en centros hospitalarios y residentes en centros socio-sanitarios, como residencias.

El lehendakari avanzó la posibilidad de implantarlo en todos los ámbitos y para todas las actividades en las que sea “útil y posible”, como ocurre en otros países europeos y comunidades autónomas. También se analiza el plazo de “vigencia” de este requisito. Por ello, solicitará autorización judicial al Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), al que el propio Tribunal Supremo leyó la cartilla.

¿Dónde?

El certificado covid se reclama en establecimientos que ofrecen al público actividades de esparcimiento y baile, como discotecas, salas de baile, salas de fiestas con espectáculo, bares musicales, karaokes, y todos los incluidos en el Grupo III y IV, pubs con apertura a partir de las 22.00 horas o en restaurantes con comedores que superen los 50 comensales.

¿Por qué?

La adopción del pasaporte covid obedece a que el crecimiento del covid está siendo “abrupto y exponencial”. De hecho, la tasa de incidencia acumulada ha pasado en solo 33 días de 87 casos en 14 días por cada 100.000 habitantes a la friolera de 625.