La Corte de Apelación de la ciudad italiana de Cagliari (este) estudiará mañana la custodia de los dos hijos de la española Juana Rivas y su exmarido, el italiano Francesco Arcuri, a quien le fue asignada en primera instancia y con quien residen.
La vista de segundo grado empezará a las 10.45 horas locales (9.45 GMT) y servirá para que las partes expongan sus conclusiones antes de un veredicto, explicó a Efe el abogado del exmarido, Serlapo Bardi, quien no espera un fallo para mañana.
En una sentencia de marzo de 2019, el juez determinó que los dos hijos debían vivir con el padre, aunque permitiendo a la madre verlos un fin de semana cada dos en caso de residir en Italia o uno de cada cinco si Rivas se encontraba en suelo español.
Esta nueva vista en Cagliari llega dos días después de que el Gobierno español haya concedido un indulto parcial a la madre, condenada por el Tribunal Supremo a dos años y medio de prisión por el delito de sustracción de menores.
La decisión del Ejecutivo presidido por el socialista Pedro Sánchez rebaja a la mitad la pena, a un año y tres meses, lo que permite a Rivas evitar la cárcel y tratar de recuperar la custodia de los niños, que viven con su padre en la isla sarda de San Pietro.
La defensa de Arcuri rechazó comentar esta medida al considerarla "una decisión gubernamental".
La batalla por la custodia de los hijos, nacidos en 2006 y 2014, es uno de los casos más mediáticos de los últimos años en el Estado español y empezó en 2016, cuando la madre abandonó Italia con ellos alegando más tarde maltratos físicos y psicológicos por parte de Arcuri.
Rivas se negó a regresar a Italia con los menores, que escolarizó en la localidad granadina de Maracena para el curso 2016-2017.
Así, en junio de 2017, el padre obtuvo en Cagliari la guarda y custodia provisional de los niños, motivando que un juzgado de Granada ordenara su inmediata restitución a Italia, decisión que fue refrendada por la Audiencia Provincial.
Desatendido el anterior requerimiento, el juzgado dictó resolución por la que conminaba a la entrega inmediata a finales de julio en el punto de Encuentro Familiar de Granada, hasta donde se desplazó el padre de los niños, junto a la autoridad consular de Italia y una dotación policial, aunque la acusada no se presentó.
Rivas decidió ocultarse en compañía de los dos menores en un lugar desconocido para las autoridades, que trataron de localizarlos en diversos domicilios de familiares y allegados, lo que motivó que Arcuri interpusiera una denuncia por desaparición de los niños.