- La última estadística publicada por el Imserso revela que se han detectado 941 casos positivos mediante 20.657 pruebas, con una positividad del 5% en la semana del 16 al 22 de agosto en las residencias. Y en el mismo periodo han muerto 149 mayores con covid.
A colación de la situación que continúan viviendo las residencias en esta pandemia, el presidente de la SEGG pide empezar por “concienciarnos de que el coronavirus no se ha ido, sigue existiendo y por tanto hay que seguir adoptando medidas de control”, manteniendo las actuales y añadiendo otras como la sectorización de las residencias para que sean capaces de aislar los casos. U organizarlas, más que como hospitales, como lugares en los que se pueden diseñar grupos de convivencia “pequeños”, de 12 a 16 personas, de forma que si se presenta un caso en uno de ellos, el resto “pueda seguir haciendo vida normal”.
Porque las consecuencias del aislamiento son “horrorosas”. “Cuando están aisladas, las personas mayores dejan de tener el intercambio normal que tienen con sus familias y otros residentes y de hacer actividad física, y eso les crea una descompensación enorme de sus patologías crónicas”, señala.
Si además tienen demencia, “se ponen más nerviosas, se desorientan más, reconocen menos a las familias, rechazan la comida...”. Y en todas se produce un aumento de la irritabilidad, de la ansiedad y del insomnio, señala el experto, que pide no olvidar a los grandes dependientes que viven en sus domicilios.
Domínguez, por su parte, señala que “tenemos que saber que vamos a convivir más tiempo con el virus, que nos queda mucho partido por jugar y que lo que toca es insistir en la vacunación de aquellas pocos trabajadores que no lo han hecho y de sus visitas”.
Asimismo, el especialista en medicina preventiva tiene claro que “la solidaridad en nuestra sociedad pasa por protegerme a mí para protegerte a ti. Solo así se hace sociedad y se hace país”.