- La nueva especialidad de Psiquiatría infantil aprobada por el Gobierno español aumenta la formación de cuatro a cinco años pero ello no supondrá mayor gasto ya que Sanidad ha optado por reducir un 23% las plazas MIR de Psiquiatría (infantiles y no infantiles) “para que el coste sea cero”. Así lo denuncia el expresidente de la Sociedad Española de Psiquiatría Legal (SEPL) y vocal de su junta directiva, Alfredo Calcedo.
Y así consta en el anexo que acompaña al Real Decreto por el que se aprueba esta especialidad, con la que están conformes todos los profesionales pero no con sus repercusiones ya que se mantendrá la escasez crónica en psiquiatras (11 por cada cien mil habitantes) cuando la pandemia ha puesto el foco en la salud mental. En este sentido, la SEPL estudia acciones legales contra “aspectos relevantes” del Real Decreto.
Calcedo explicó que el coste de un MIR de Psiquiatría en sus cuatro años de formación es de 180.486 euros que si se multiplican por las 288 plazas convocadas en 2020 da un total de 51,9 millones de euros de gasto para el Sistema Nacional de Salud. En la memoria, el Gobierno apuesta por “reducir la oferta de plazas a 222, de manera que se mantenga el coste presupuestario”. Según este psiquiatra y profesor de la Complutense de Madrid, el coste de un MIR de Psiquiatría de cinco años sería de 234.338 euros. Si se multiplica esta cifra por 222 plazas convocadas (un 23% menos) el resultado es 52 millones; es decir, se mantiene el gasto a costa de reducir el número de plazas.
Para Calcedo, la propuesta de Sanidad es el “chocolate del loro” ya que “la única ventaja es que los psiquiatras infantiles saldrán mejor preparados” pero a cambio habrá un descenso progresivo del número de psiquiatras no infantiles. Calcedo recordó que mientras las cifras de plazas MIR convocadas para otros profesionales de la salud mental como psicólogos (PIR) o enfermeros (EIR) aumentan notablemente, la de psiquiatras disminuirá e “inexplicablemente se hace cuando la salud mental está en el debate político y la necesidad de aumentar los recursos profesionales”.
Según datos de la SEPL, España está en el tercer puesto por la cola en cuanto a número de psiquiatras, lo que implica un empate con Rumanía y Malta. Por detrás solo están Polonia con 9 y Bulgaria (8) mientras que el ranking lo encabeza Alemania con 27; Grecia, con 25; Lituania, con 24; Francia, con 23 y Reino Unido, con 18 profesionales por 100.000 habitantes. Pero además de esta “deficiencia crónica”, la SEPL considera que el decreto genera muchas preguntas: “¿Podrá un psiquiatra de adultos atender en urgencias a un niño o adolescente? o ¿podrá un psiquiatra infantil responsabilizarse de todas las urgencias psiquiátricas de un hospital?”.
A juicio de Calcedo, el decreto cierra un problema para crear otros y recuerda que la reducción de plazas (habrá 222 en la próxima convocatoria) devuelve a España a las cifras de 2014. “Nos venden que se crea la especialidad pero lo que realmente se produce es una reducción del protagonismo de la psiquiatría en la atención a la salud mental”, añadía al tiempo que manifestaba que los efectos de la especialidad de psiquiatría infantil se empezarán a notar como mínimo en seis o siete años: “La convocatoria será para 2022, cinco años después acabarán el MIR y en 2027 y 2028 los contratarán. Serán profesionales con mayor formación, pero no mayor número”.