Envejecer en casa o, si esto no fuera viable, en un lugar lo más parecido posible al hogar. Esta es la opción preferente de las personas mayores de Euskadi, donde se va a abrir un proceso de reflexión sobre el modelo de residencias con el fin de fomentar un envejecimiento "satisfactorio y pleno". La consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, señaló ayer que este nuevo proceso de reflexión participativo en torno al modelo residencial para personas mayores pretende detectar vías de mejora y necesidades de adaptación a la sociedad y la realidad de los mayores. "Esta reflexión nos servirá de guía para revisar o no, en función del resultado de la misma, nuestro modelo actual. Y también el decreto que regula los centros residenciales de la Comunidad Autónoma del País Vasco", indicó la consejera. El Gobierno Vasco espera recibir antes de fin de año las recomendaciones surgidas de este proceso de reflexión para valorarlas y poder tomar decisiones, si es que es lo que se recomienda. "Debemos ser capaces de visionar un futuro deseado acorde y conectado con las necesidades y deseos de la ciudadanía, en el marco de los recursos y contextos legales existentes", destacó la consejera.
En un acto celebrado en Gasteiz en el que se anunció la puesta en marcha del proceso de reflexión, Beatriz Artolazabal señaló que "el perfil de la persona mayor está cambiando; es más asertiva y comunicativa en sus necesidades, tiene más formación y ha desarrollado habilidades de consumidores exigentes". "Su opción predilecta -añadió- es vivir en casa y cuando no sea posible, en un alojamiento con características de hogar, donde se le considere como persona única y se le trate a partir de sus capacidades, se facilite la participación familiar, disponga de profesionales cualificados, cuenten con un diseño amigable con la edad, se dé soporte a su autonomía e independencia y cuente con actividades abiertas a la comunidad. Satisfacer estas demandas se puede llevar a cabo adoptando modelos más humanistas que consideren a la persona mayor en su rol de asesor y consultor y como agente activo en la gestión de sus cuidados".
El proceso participativo de reflexión incluirá a todos los agentes implicados en el modelo actual de residencias y de atención gerontológica y contará con un panel de expertos que se reunirá varias veces a lo largo de los próximos meses. Ese panel está compuesto por 13 personas de reconocido prestigio: Brígida Argote, enfermera gerontóloga y antropóloga que actualmente dirige la Residencia Lakua; Mayte Sancho, psicóloga, experta en planificación gerontológica e investigadora; Marije Goikoetxea, doctora en derechos humanos, experta en Bioética y profesora de la Universidad de Deusto; Alberto Meléndez, médico de cuidados paliativos y presidente de Arinduz; Jorge Morales, director general del Grupo Urgatzi; Laura Rodríguez, directora de Caser Betharram; Álvaro Mosquera, responsable del servicio psicosocial en la Fundación Aspaldiko; Ana Urrutia, geriatra y presidenta de la Fundación Cuidados Dignos; Naiara Fernández, geriatra y directora asistencial en IMQ Igurco, profesora asociada del Máster de Envejecimiento Saludable y Calidad de Vida; Raquel San Sebastián, directora general de la Fundación Adinberri; Alex Gómez, experto en innovación social para ecosistemas de longevidad inclusiva; Judith Salazar, directora del centro Lizaran y miembro de la dirección de centros residenciales de Matia Fundazioa; y José Antonio Ezkerra, presidente de la Asociación Lares Euskadi, la Asociación vasca de Residencias y Servicios de Atención a los Mayores.
Además de este panel de expertos y expertas, todos los colectivos implicados -diputaciones forales; personas usuarias de residencias; familiares; colectivos de personas mayores; colegios profesionales; trabajadores; sindicatos; patronales, etc.- tendrán espacios para exponer sus ideas, propuestas y argumentos. Desde el Departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales recordaron que el proceso se inscribe en la Agenda Nagusi, el modelo de participación público-social con las personas mayores del Gobierno Vasco que apuesta por la participación ciudadana en la toma de decisiones.