- Italia asignó ayer al barco de la ONG española Open Arms el puerto de Palermo, en la isla de Sicilia, con 150 migrantes a bordo para que puedan desembarcar y después sean trasladados a un buque de pasajeros para pasar una cuarentena tras diez días de espera. El Open Arms de la ONG española había rescatado a 278 migrantes, entre ellos 50 menores no acompañados, en varias operaciones en el Mediterráneo central entre el 8 y el 11 de septiembre, pero en los últimos dos días unos 125 ocupantes se habían arrojado al mar ante la desesperación y en el intento de llegar nadando a Palermo, y habían sido salvados por la Guardia Costera italiana.
Italia hasta ahora había autorizado el barco Open Arms acercase a las costas de Palermo para buscar abrigo ante el mal tiempo y en espera de una decisión, después de la negativa de Malta. Ayer, 48 migrantes se volvieron a tirar al mar, después de que el jueves lo hicieran otras 76 personas en un intento de llegar a las costas sicilianas. El fundador de la ONG, Oscar Camps, había denunciado tras este hecho que están en una "situación límite", "abandonados" a 1,5 kilómetros de la ciudad italiana de Parlermo, "sin solución ni información alguna". "Se alarga innecesariamente el sufrimiento a bordo no solo de los rescatados, también de la tripulación. 48 más saltan desesperados al mar", lamentó en Twitter. No obstante, tras conocer la decisión de Italia, la ONG escribió: "Aquí termina un largo viaje lleno de violencia y de sufrimiento. Confiemos en que Europa a partir de ahora les trate mejor".
En la noche del 15 de septiembre, la Guardia Costera italiana ya se había ocupado de la evacuación de dos embarazadas y el marido de una de ellas, que Malta había rechazado. La ONG había denunciado que habían pedido reiteradamente a Malta un puerto, así como la evacuación de algunas personas o abrigo ante el temporal, pero todas estas peticiones fueron rechazadas. Los médicos de la asociación italiana Emergency habían descrito la situación a bordo como preocupante, con muchas personas que necesitaban asistencia médica por las quemaduras graves sufridas durante la travesía o también las torturas en los campos de Libia.
El buque Open Arms que permanecía desde el pasado febrero en el varadero de Burriana (este de España), donde se sometió a una profunda y minuciosa remodelación, ha sido dotado de dispositivos para detectar el coronavirus y lleva a bordo a miembros de la organización sanitaria italiana Emergency. Italia también permitió la semana pasada desembarcar a los 25 migrantes, que habían pasado 38 días a bordo de un petrolero danés tras la negativa de Malta, después de que estos fueron trasladados al barco "Mare Jonio" de la ONG Mediterranea Saving Human.
Aislados y bajo supervisión. Unos 150 de los refugiados evacuados al nuevo campamento instalado como alternativa al de Moria, que quedó destruido por las llamas la semana pasada, han dado positivo en las pruebas para detectar casos de covid-19. En el nuevo campo, que recibe el nombre de Kara Tepe, ya hay instaladas unas 5.000 personas. Antes de entrar a las nuevas instalaciones, todos los migrantes son sometidos a una prueba rápida para confirmar o descartar que sean portadores del nuevo coronavirus. Como resultado de estas pruebas, ya se han detectado "unos 150 casos positivos", los cuales están ya bajo supervisión médica y en aislamiento.