cho de la mañana. Comienzan a llegar los primeros estudiantes universitarios a la UPV/EHU de Leioa. “Ya estamos de nuevo aquí”, lanza nada más bajarse del coche Mikel Martín, estudiante de Ciencias de la Comunicación. Junto a un amigo decidió compartir coche para acercarse hasta la universidad en el primer día de un curso atípico, marcado por la pandemia del covid-19. “A ver qué nos encontramos. Esperemos que todo vaya bien y no nos manden a todos a casa en un mes”, comentó.

Sin aglomeraciones, con muchos nervios e incertidumbre daba comienzo ayer el curso académico 2020/2021 en la universidad pública vasca; el primer día se desarrolló con normalidad y con menos afluencia de alumnos, ya que muchos grupos se han trasladado a la tarde y hay facultades como la de Bellas Artes que iniciarán el curso la semana que viene.

Después de tanto tiempo confinados y con un final de curso complicado, la inmensa mayoría de los estudiantes aseguran preferir las clases presenciales siempre y cuando se pueda garantizar las medidas de seguridad y todo esté organizado. Existe las dos opciones. En algunos casos, dependiendo del número de estudiantes, la distribución se realizará por semanas. “En nuestro caso, como somos muchos, la clase se ha dividido en dos grupos; una semana vendremos unos presencial y la siguiente lo hacemos on line para que puedan venir la otra mitad”, relató Iranzu Arana, estudiante de Periodismo.

Itxaso, alumna de la Facultad de Ciencia y Tecnología no ve muy claro este comienzo de curso. “Hoy (por ayer) es el primer día y tendremos que esperar a ver cómo va todo. Prefiero venir a la uni, pero si no lo veo claro me quedo en casa”, lanza. Tanto ella como sus compañeras de clase, Elene, Eider, Uxue y Aiala se quejaban de la falta de información que tenían por el momento. “A ver qué nos cuentan hoy. Los responsables de la facultad se reunieron el día 3 para decidir cómo iban a organizar el arranque del curso. Entendemos que la situación es compleja, pero ahora mismo hay cosas que todavía no tenemos claro y eso nos genera incertidumbre”, confesó a DEIA este grupo de estudiantes.

En el interior de la Facultad de Ciencia y Tecnología las zonas comunes estaban cerradas con cinta y en los pasillos se han marcado en el suelo con flechas las direcciones para evitar que los estudiantes se apelotonen en los pasillos. Sin embargo, hubo quien tuvo problemas para moverse por el interior de su facultad con tanto cambio de dirección. Fue el caso de Iranzu Arana, que confesó que se había perdido unas cuantas veces. “Antes entrábamos por unas escaleras y salíamos por las mismas; ahora, eso ha cambiado y es más lío”, relató la estudiante de segundo curso. No fue la única que se equivocó de dirección. Maialen Nuñez, estudiante de Biología también tuvo problemas para buscar su clase. “Dentro hay personas que te van dirigiendo por dónde tienes que entrar, te recuerdan que tienes que darte el hidrogel a la entrada, no quitarte la mascarilla...”, enumeró.

Para sortear los primeros obstáculos en este arranque de curso fueron muchos los estudiantes que decidieron madrugar aún más y plantarse en la universidad con el tiempo suficiente para evitar posibles aglomeraciones. “No ha habido problemas. De momento bien. Hemos quedado dos horas antes para tener todo controlado”, comentó Garazi, estudiante de primer curso de la Facultad de Ciencia y tecnología. Ane, Nerea, Amaia, Olaia y Aiane, también se han estrenado este año en la universidad de Leioa y confesaron estar nerviosas no solo por los cambios que conlleva para ellas la nueva fase académica sino por las medidas de seguridad en la pandemia. “Preferimos venir a clases. Es nuestro primer año en la universidad y para nosotras todo es nuevo”, afirmaron.

La jornada de ayer fue la de los encuentros después de siete meses sin pisar la facultad y ver a los compañeros de clase a través de la pantalla del ordenador. “Se ha hecho muy pesado. Estudiar desde casa, solos sin poder pisar la clase...”, apunta la donostiarra, Amaia Arostegi. Por eso, ni el protocolo de seguridad, ni las medidas marcadas en cada una de las facultades para protegerse del covid desanimaron a los universitarios que agradecieron el encuentro con los compañeros, pero este año procurando evitar abrazos y besos. “Volver a ver a la gente ha sido lo mejor del día. Hemos quedado para tomar un café antes de ir a clase”. También Mikel e Idoia, estudiantes de Ciencia, hicieron una primera parada en una de las cafeterías. Mataron el tiempo hasta su primera clase trasteando en el ordenador. “Hemos venido en autobús y sin ningún problema. A ver si todo marcha bien”, concluyeron.

Aulas espejo

La universidad puso en marcha ayer las las llamadas aulas espejo, con cámaras que permiten seguir en directo una clase desde fuera del aula -desde casa o en otro aula- cuando esta supere el aforo del 50%.

Seguridad

El personal de seguridad ha intensificado sus rondas para comprobar que todo el mundo lleva la mascarilla obligatoria, se guarda esta distancia de seguridad y se desinfecta las manos con el hidrogel instalado en los accesos a las facultades. En los pasillos y escaleras se han marcado las direcciones y los espacios comunes han sido cerrados.

Deusto

En la Universidad de Deusto, las clases comenzarán el 14 de septiembre, siguiendo el mismo protocolo de medidas de seguridad, con aforos limitados, mantenimiento de la distancia y combinación de dos clases presenciales por una de docencia por Internet.