La salud del primer ministro británico, Boris Johnson, ha mejorado en las últimas horas, aunque sigue ingresado en cuidados intensivos por COVID-19, mientras el Reino Unido atraviesa el peor momento hasta ahora de la pandemia.
El Reino Unido ha registrado este miércoles un incremento de 938 muertos por COVID-19 en hospitales, hasta un total de 7.097 fallecidos, lo que marca un nuevo récord diario de defunciones por segunda jornada consecutiva.
Según los datos difundidos hoy por el Ministerio de Salud, el número de casos de la enfermedad confirmados avanzó en 5.492, hasta 60.733, después de haber sometido a pruebas diagnósticas a 232.708 personas desde que comenzó a extenderse la pandemia.
El incremento diario de víctimas mortales se ha acelerado en los últimos dos días. Tras comunicarse 439 defunciones el lunes, la cifra se elevó ayer hasta 786.
Los datos de fallecidos por el nuevo coronavirus que ofrecen diariamente las autoridades británicas reflejan el número de pacientes hospitalarios que han muerto tras haber dado positivo en un test de COVID-19 hasta las 16.00 gmt del día anterior.
Los responsables del sistema sanitario han advertido de que las cifras pueden no ofrecer una imagen a tiempo real del avance de la enfermedad, dado que algunas muertes tardan varios días en comunicarse y ser añadidas al registro oficial.
La consejera científica del Ministerio de Defensa británico, Angela McLean, aseguró en una rueda de prensa que, a pesar del aumento de los muertos y los contagios, hay factores que sugieren que "la expansión del virus no se está acelerando".
La experta aseguró que la curva de ingresos hospitalarios por COVID-19 ha comenzado a aplanarse, lo que aumenta el optimismo sobre una posible desaceleración de contagios.