donostia - Dos personas, una mujer y un hombre, fallecieron ayer tras producirse un incendio en una churrería móvil instalada en Azkoitia. La Ertzaintza ha abierto una investigación para esclarecer qué es lo que pudo ocurrir aunque la principal hipótesis que se baraja es la de una mala combustión del remolque.
Los hechos tuvieron lugar sobre las 18.00 horas cuando varios testigos escucharon una pequeña explosión procedente del interior de la churrería móvil instalada en la calle Ibaiondo, frente a la parroquia Santa María la Real, que en ese momento permanecía cerrada. Tras el estruendo, comenzaron las llamas, que no tardaron en devorar el remolque y se levantó un denso humo negro, tras lo cual, varios vecinos alertaron de la situación al 112.
Inmediatamente se desplazaron al lugar agentes de la Policía local, de la Ertzaintza y bomberos procedentes del parque de Azpeitia, que no tardaron en apagar las llamas. Además, los bomberos se afanaron por alejar del lugar varias bombonas de butano que había en las inmediaciones para evitar nuevas explosiones. Estas bombonas eran utilizadas por el propio establecimiento.
Sin embargo, el macabro descubrimiento se produjo justo después, cuando agentes de la Ertzaintza que estaban realizando una inspección ocular del estado en el que había quedado el remolque, se percataron de que en el lugar había dos cuerpos completamente calcinados.
Ante tal descubrimiento, la Ertzaintza procedió a acordonar la zona y se desplazaron al lugar agentes de la unidad científica, encargados de realizar la investigación.
Según ha podido saber este periódico de fuentes relacionadas con la investigación, los fallecidos son una mujer de 24 años y su pareja, que eran los responsables de regentar el establecimiento ambulante que, según el alcalde de Azkoitia, Javier Zubizarreta, llevaba "dos o tres semanas" instalada en la localidad. El primer edil se mostró "apenado" y lamentó que este hecho "irreparable" haya acabado con la vida de estas dos personas que, según indicó, no eran vecinos del municipio.
Pese a que la investigación permanece abierta, la principal hipótesis que se baraja es que la pareja hubiese fallecido por inhalación de gases antes de que se produjera el propio incendio, y es que este tipo de remolques ambulantes de venta de comida se abastecen de bombonas de butano que podrían haber generado una mala combustión que resultó letal.
Esa es la principal línea de investigación que se maneja aunque no será hasta que se conozca el resultado de la autopsia cuando pueda confirmarse lo ocurrido.
A última hora de la tarde, los cuerpos habían sido identificados y reconocidos por sus familiares, mientras la policía esperaba la llegada de la comitiva judicial que autorizase el levantamiento de los cadáveres y su posterior traslado al Instituto anatómico forense de Donostia, donde se les practicará la autopsia.
De confirmarse, esta hipótesis sería la segunda pareja que fallece en estas circunstancias tan dramáticas en lo que va de año. La pasada Nochevieja, Sheila Garcia Arnaiz, de 29 años, y Jon Ander Kortabarria Saez, de 25, ambos arrasatearras, perdieron la vida en el interior del coche de él, que tenía el motor en marcha.
Se calcula que un total de 135 personas se han intoxicado por monóxido de carbono en Euskadi en los últimos 15 años.