BILBAO. El Gobierno Vasco ha iniciado la construcción de una celda temporal para almacenar los residuos y restos generados por el vertedero de Zaldibar y las labores de excavación en busca de los dos trabajadores desaparecidos. Todos los restos trasladados al depósito, con capacidad para 100.000 toneladas y ubicado cerca de la zona de derrumbe, recibirán la consideración máxima para residuos peligrosos de manera preventiva por la imposibilidad de separar los materiales con amianto del resto.
Así lo ha dado a conocer la viceconsejera de Medio Ambiente, Elena Moreno, tras la reunión mantenida este miércoles por la mesa técnica de seguimiento y coordinación de las acciones organizadas tras el derrumbe del vertedero de Zaldibar.
La viceconsejera ha insistido en remarcar que se va a aplicar la máxima calificación en materia preventiva marcada por la legislación para residuos de forma "conservadora y por seguridad", ya que el porcentaje de todo el volumen de residuos que puede contener amianto es del 0,16% del total almacenado en el vertedero.
En ese sentido, ha remarcado que se ha calculado que en torno a 14.000 toneladas de los residuos almacenados en diferentes zonas del vertedero pueden contener amianto y que, además, "se conservaban en condiciones de seguridad estrictas y los materiales que lo contienen son de fibrocemento, que también en su mayor parte es cemento y la presencia de amianto arroja un porcentaje muy bajo".
Moreno ha recordado que tras medir la presencia del terreno donde se produjo el derrumbe desde el primer momento no ha habido ninguna muestra que detectara amianto, ninguna, de cara a garantizar una no afección a la ciudadanía" porque, ha proseguido, en todos los restos que se van a mover, "habrá depósitos que se habrán visto afectados, pero otros que no, y por eso se han tomado medidas muy conservadoras por seguridad, pero hay que relativizar un posible riesgo".
"Los vamos a considerar como peligrosos de manera preventiva porque en la labor de desescombro no se puede delimitar cuáles son por amianto y, como no se puede caracterizar el contenido, les damos a todos la máxima calificación y se van a tratar con los máximos niveles de protección".
La viceconsejera ha señalado que se tratará de una celda temporal y provisional que reunirá todas las condiciones para ese almacenamiento temporal mientras persisten las labores de descarga del material situado en la parte superior del derrumbe y para evitar nuevos deslizamientos sobre la zona donde continúa la búsqueda de los dos trabajadores, que se llevan a cabo en una de las dos lenguas por donde se deslizaron los residuos y la tierra del vertedero.
DESLIZAMIENTO EN DOS LENGUAS.
Las labores se llevan a cabo en la lengua lateral y en tres niveles "trabajando en abrir accesos lo más directo posibles y en las condiciones en que la maquinaria pesada pueda llegar", ya que en la otra lengua el deslizamiento ha parado de forma natural.
Moreno ha contextualizado la habilitación de esa celda temporal en el acopio rápido que genera la búsqueda de los dos operarios desaparecidos, por lo que se ha buscado una zona muy cerca del vertedero, y "en una ubicación que reúne las condiciones naturales, en torno a un talud de roca que se va a impermeabilizar al máximo.
A partir de ahí, la viceconsejera ha indicado que ya se trabaja en las alternativas y en buscar posibles emplazamientos futuros para los residuos. Según las estimaciones técnicas, Moreno ha calculado que tienen un margen de "entre 3 y 4 semanas de trabajos ininterrumpidos para buscar otra alternativa, a partir de los cálculos de lo que hay que sacar cuanto antes y para poder fijar la seguridad de la zona".
Moreno ha precisado que la intención del Departamento al ubicar la celda lo más cerca posible del vertedero es que "no haya que hacer trasiego y así poder mover la mayor cantidad de terreno y residuos sin afección a los ciudadanos y no trasladar el problema de un sitio a otro" porque, ha precisado, hay que tener en cuenta que se trata de un depósito provisional, no definitivo".
La viceconsejera ha informado de que se está trabajando en varios frentes de forma simultánea, como en el control de los gases que se generan en el vertedero, poniendo chimeneas para su salida y así llevar un control del porcentaje de emisión de metano para evitar que se reinicien los incendios".
Sobre el tiempo estimado en que pueden concluir los trabajos de excavación y cribado del terreno derrumbado, el secretario general de Presidencia, Jesús Peña, no ha querido aventurarse a dar fechas y ha precisado que "se está trabajando con la máxima celeridad posible y las garantías de seguridad máximas para los trabajadores que participan y dar fechas para la finalización no lleva a ningún sitio, y no hay que poner fechas, sino trabajar".
El viceconsejero de Seguridad, Josu Zubiaga, ha informado de que al día entran y salen entre 40 y 44 camiones, entre mañana y tarde, que vienen a sacar aproximadamente de 20 a 25 toneladas, con lo que desde el principio de los trabajos se han movido y examinado mediante cribado en torno a las 1.000 toneladas.
ESCENARIO "DANTESCO".
Además de los viceconsejeros y del secretario general de Presidencia, la mesa de seguimiento ha contado este miércoles con las explicaciones de representantes de las áreas que participan en las búsqueda de los dos trabajadores desaparecidos, que han hecho una "exposición concreta" del protocolo y de como se está trabajando en el área de búsqueda.
Así, el director de Atención de Emergencias del Departamento de Seguridad, Pedro Anitua, ha explicado que la búsqueda se ha centrado en el entorno de la báscula, en cuya cabina se cree que se encontraba uno de los dos trabajadores, Alberto Sololuze, mientras que el segundo, Joaquín Beltrán, podrá encontrarse en dirección a esa zona para avisar a su compañero.
De esta forma y por el movimiento de tierras, si estaban tanto en la caseta como en los alrededores, los geólogos han calculado que pueden haber caído entre 30 y 70 metros, que fue lo que se deslizó en el movimiento de tierra.
También ha explicado que no se puede entrar en la lengua que llevó esa dirección donde estaría la caseta de la báscula desde arriba por la inestabilidad del escenario, ya que los geólogos a pie de obra informaron que había que salir inmediatamente de esa zona por el riesgo de derrumbe de la parte superior de la ladera y por eso se trabaja desde los laterales y en tres líneas a partir de las pistas ya terminadas.
El integrante de la Unidad de Rescate de la Ertzaintza Asier Urrutia ha explicado que el escenario que se encontró el operativo en la zona fue "dantesco". Asimismo, ha dicho que han trabajado con drones y tecnología termográfica, que también hubo que sensorizar toda la ladera con 10 sensores para medir su inestabilidad y que, "en algunas de las grietas abiertas no se veía ni el fondo".
Al no poder meter maquinaria pesada en la parte alta, no hay accesos a la zona de rastreo desde arriba, donde incluso, ha explicado Urrutia, han llegado a perder sensores que fueron colocados los primeros días.
También ha explicado que los restos que se extraen de la zona derrumbada son trasladados a una zona de cribado donde son examinados tanto por personal de la Ertzaintza, la unidad canina y bomberos de Bizkaia para descartar la presencia de los trabajadores entre ellos antes de su nuevo traslado a la cantera y los enclaves habilitados, a la espera de la celda temporal que se está construyendo.
La empresa es conocedora de todos los trabajos y ha designado un representante técnico y otro jurídico, por lo que "están al corriente de todo para que se pongan en clave de remediación de lo que les va a corresponder asumir", ha concluido Elena Moreno.