MADRID. El príncipe Enrique ha roto su silencio este domingo por primera vez desde que él y su esposa Meghan Markle hicieran público que deseaban retirarse como miembros 'senior' de la Casa Real, asegurando que "realmente no había otra opción".
El duque de Sussex ha explicado durante una cena en Londres para una organización benéfica que la decisión que tomó junto a su esposa "no fue algo a la ligera", sino que se produjo después de "meses de conversaciones y años de desafíos".
"Me entristece mucho que haya llegado a esto", ha asegurado Enrique, quien ha reconocido "que no siempre" lo ha hecho bien, "pero en lo que respecta a esto, realmente no había otra opción", ha recalcado.
Las palabras del príncipe Enrique se producen un día después de que el Palacio de Buckingham emitiera un comunicado en el que confirmaban que los duque de Sussex dejaban de ser "miembros activos de la Familia Real" británica.
De acuerdo con el texto, "con la bendición" de la reina Isabel II, la pareja está obligada a retirarse de los deberes reales, incluidos los nombramientos militares, y "ya no recibirán fondos públicos" por dichas tareas de representación.
En ese sentido, los Sussex seguirán manteniendo sus patronatos y asociaciones, pero ya no podrán representar formalmente a la reina, ni utilizar sus títulos de Su Alteza Real.
Además, el duque y la princesa de Sussex han manifestado su intención de devolver los 2,4 millones de libras (más de 2,8 millones de euros) de dinero público recientemente recibido para la reforma de su residencia oficial, Frogmore Cottage, en la que seguirán viviendo cuando estén en Reino Unido.
El pasado 8 de enero el príncipe Enrique y Meghan Markle desvelaron su intención de "dar un paso atrás como miembros 'senior' de la Familia Real" con vistas a ser económicamente independientes y vivir un tiempo fuera de Reino Unido, previsiblemente en Canadá.