barcelona - Los Grupos Especiales de Intervención (GEI) de los Mossos d’Esquadra consiguieron reducir sobre las 8.00 horas de ayer a un hombre de unos 40 años que llevaba atrincherado durante 18 horas en su domicilio de la calle Rosselló de Barcelona, en el distrito del Eixample, amenazando con lesionarse, informaron fuentes conocedoras del caso.
Ni él ni su pareja, que estaba en el piso con él, resultaron heridos y los vecinos del edificio pudieron volver a sus casas poco después, cuando se retiró el cordón policial que protegía la zona.
El Sem trasladó al hombre a la unidad de psiquiatría del Hospital Clínic, mientras que llevaron a su pareja al Hospital de Sant Pau.
Los GEI intervinieron al considerarse agotada la vía negociadora para convencerle de que salieran, entraron en el domicilio y le redujeron con una pistola eléctrica.
Un equipo de agentes llevaba negociando con el individuo desde las 14.30 horas del sábado, tras ser alertados por una llamada en la que se describía a este individuo como “muy agitado”, en el interior de su domicilio.
El varón, según informaron fuentes próximas, habría sufrido un brote de esquizofrenia, y amenazaba con lesionarse con un arma que no era de fuego, sino detonadora.
negociación agotada Para facilitar la labor de los negociadores, los Mossos cortaron durante toda la operación la travesía del portal 217 de la calle Rosselló (entre Balmes y Granados), tras permitir a los vecinos que entraran unos minutos para recoger sus pertenencias antes de cortar el gas de manera preventiva.
Unos vecinos aseguraron que la madre del hombre medió hasta medianoche, aproximadamente, para que el hombre desistiera de su actitud, sin éxito.
También participaron la Guardia Urbana, los Bomberos de Barcelona y cuatro unidades del Sistema d’Emergències Mèdiques (Sem).