Donostia - El exterior de la catedral del Buen Pastor acogió al mediodía de ayer una concentración protagonizada por sacerdotes, religiosas y laicos que quisieron de esta forma “poner voz” a todos aquellos que en las comunidades cristianas del territorio observan “desconcertados” lo que, en el manifiesto que dieron a conocer, calificaron como “deterioro” cada vez mayor de “la Iglesia en Gipuzkoa” desde que José Ignacio Munilla es obispo, hace nueve años.
Sin pancartas y con el único apoyo de dos carteles de la convocatoria es euskera y castellano, varios centenares de personas quisieron ayer mostrar su profundo malestar, entre otras cosas, por las operaciones inmobiliarias que se están promoviendo desde el Obispado. Veinte minutos antes de iniciarse el acto, los responsables del Buen Pastor cerraron las puertas de la catedral, un hecho poco usual.
Un sacerdote y una religiosa que, como el resto del colectivo Elizbarrutiarekin Batera/No a espaldas de la diócesis, no “quieren que se les recuerde como espectadores pasivos”, leyeron el manifiesto en euskera y castellano. En el texto se critica una forma de proceder que entienden que va “contra el Evangelio”. En una ciudad en la que 150 personas duermen a la intemperie cada noche y a la que a la que “continuamente están llegando inmigrantes”, en vez de promover “pisos sociales para los sin techo”, haciéndose eco de las llamadas del papa Francisco, el Obispado tiene en mente otro futuro para los inmuebles de su titularidad.
El citado colectivo observa una “total ausencia de criterio evangélico” en los proyectos del Obispado de transformar en aparthotel el edificio que albergaba la Curia diocesana, en la calle Zabaleta y destinar a similares uso la actual residencia el Obispo, en la calle Urdaneta también de Donostia.
Otro de los proyectos que No a espaldas de la diócesis observa con preocupación es el derribo de la iglesia de Todos los Santos de Intxaurrondo para levantar una residencia para mayores privada, para lo que “el Obispado cuenta con un inversor”. Por ello, Elizbarrutiarekin batera califica de “descaminado” el rumbo que está adquiriendo “la dirección del Obispado” que, a su entender, evidencia “una falta de respeto a los cristianos” que durante más de medio siglo “han contribuido a crear y sostener el patrimonio diocesano”.
El citado colectivo explicó que no convocó la inédita concentración con ánimo de “enfrentarse a nadie”, sino movido por “la preocupación por el futuro de esta diócesis que en pocos años se va deshaciendo sin que esté en nuestras manos el poder evitarlo”.
gesto “No somos muchos y sabemos que nuestro gesto es sencillo e insuficiente”, reconocieron quienes ayer se acercaron al Buen Pastor, que consideraron que la “comunión diocesana está gravemente herida y nadie sabe quién podrá sanarla”, ya que, afirman, “la actuación autoritaria del Obispado ha dejado hace mucho tiempo si eficacia real al Consejo Presbiterial Diocesano y al Consejo Pastoral Diocesano”, órganos que calificaron de “indispensables” para “la reflexión y consulta” de los asuntos relacionados con la diócesis. La repercusión y acogida que obtendrá el gesto de ayer, afirmaron les es desconocida, como los es también si su preocupación es compartida por “Roma o la Conferencia Episcopal Española”.