Bilbao - Más de una cuarta parte de la población del Estado español -el 26,6% y un total de 12.338.187 personas- está en riesgo de vivir en la pobreza o sufrir exclusión social. En la Comunidad Autónoma Vasca ese porcentaje baja hasta el 14,5%, que es la tercera tasa más baja de las comunidades autónomas (por detrás de Navarra y La Rioja) y supone un importante descenso desde el 18,9% alcanzado en 2011 y una rebaja de 1,4 puntos porcentuales respecto al 15,9% de 2016. En total son 318.250 personas que, según la definición europea, están amenazadas de vivir en la pobreza o de estar excluidas porque sus ingresos son inferiores al 60% de los ingresos medios del conjunto de la población o tienen pocas posibilidades de consumo y empleo.
Según el informe El estado de la pobreza. Seguimiento del indicador de pobreza y exclusión social en España 2008-2017, elaborado por EAPN y presentado recientemente, en los dos últimos años la tasa vasca de riesgo de pobreza y exclusión se ha reducido tres puntos porcentuales y la cifra es 12 puntos inferior a la media estatal. En el capítulo dedicado a la CAV el informe señala que “de forma parecida a lo sucedido en Navarra, el impacto de la crisis en la tasa AROPE de la región fue muy moderado y se concentró en los primeros años del período. Así, entre los años 2008 y 2011, la tasa creció cinco puntos porcentuales y luego cambió de signo para mantener un suave descenso”. Pese a la mejoría, la tasa de riesgo de pobreza y/o exclusión es seis décimas superior a la de 2008, ya que al comienzo de la crisis económica el 13,9% de la población vasca y el 23,8% de la española cumplían los requisitos del indicador AROPE (at risk of poverty and/or exclusion), que combina elementos de renta, posibilidades de consumo y empleo.
La exclusión es un concepto más amplio que la pobreza o la carencia económica y hace referencia a las situaciones de desigualdad y vulnerabilidad que viven muchas personas y a la limitación de oportunidades en el acceso a mecanismos de protección.
En cuanto a la evolución de la tasa de riesgo de pobreza en el País Vasco, este indicador sufrió un incremento en 2017, pasando del 9% del año anterior al 9,7%. En términos absolutos hay unas 212.000 personas en riesgo de pobreza, de las cuales 115.000 (el 54%) son mujeres. Esta tasa establece el porcentaje de personas que viven en hogares cuya renta disponible por unidad de consumo es inferior al umbral de riesgo de pobreza. Para el año 2017, la mediana de renta equivalente en la CAV es de 14.203,3 euros al año, de forma que el Umbral de riesgo de pobreza se fija en 8.522 euros, es decir, 710,16 euros mensuales. Todas las personas que viven en hogares con una renta por unidad de consumo inferior a esa cifra se consideran en riesgo de pobreza.
Más pobreza severa Una expresión agravada de la pobreza, que es la Privación Material Severa, afecta a unas 81.000 personas, el 3,7% de la población vasca. Este porcentaje es medio punto inferior al registrado en 2016 debido a la mejoría experimentada en varios parámetros, como la población que experimenta dificultades para llegar a fin de mes o la que se retrasa en los pagos de la vivienda. Sin embargo, hay tres ítems de consumo: el grupo que no puede permitirse una comida de carne de pollo o pescado, el que no puede permitirse mantener la vivienda con una temperatura adecuada y el compuesto por personas que no pueden irse de vacaciones al menos una semana al año, que han crecido en el último año.
Además, en el año 2017 la Tasa de pobreza severa (contar con ingresos por debajo del 30% de la renta media) en el País Vasco fue del 3,2%, cifra que es 3,7 puntos inferior a la media estatal y la cuarta más baja de todas las comunidades, sólo superior a Aragón, Cantabria y La Rioja. En el último año la tasa creció en medio punto, de forma que unas 69.000 personas residentes en la CAV están en pobreza severa y viven en hogares que ingresan menos de 355 euros mensuales por unidad de consumo. Una de cada tres personas pobres está en pobreza severa, aseguran los expertos.
Destaca el informe de EAPN que la crisis también ha tenido un coste social y económico en términos territoriales, ya que la desigualdad entre comunidades autónomas se refleja en la práctica totalidad de los indicadores. Además, la desigualdad territorial ha crecido entre 2008 y 2017, de tal forma que las regiones con la tasa AROPE más alta y más baja registran una diferencia de 30,8 puntos porcentuales. “Esta diferencia, aunque se ha reducido 0,8 puntos este año, es tres puntos porcentuales superior a la del año 2009 y siete puntos porcentuales superior a la diferencia más baja registrada (23,8 puntos porcentuales en 2013). En términos de renta, la gran mayoría de las regiones aún no han recuperado la renta media por persona que percibían en el año 2009. Solo Galicia, Baleares, La Rioja y Castilla y León la han recuperado nominalmente”, indica el informe.
21,9%
Unas 120.000 personas mayores, el 21,9% de todas las pensiones de la CAV y el 27,5% de las de viudedad, reciben una pensión cuyo importe es inferior al umbral de la pobreza, el mínimo para no ser considerado pobre.