Bilbao - La víctima de abusos sexuales en el colegio Gaztelueta estudia emprender acciones contra el centro escolar y también contra su director, Imanol Goyarrola, después de que este asegurase que creía en la inocencia del condenado a once años de prisión y aludiese a “algún tipo de problema” para explicar las acusaciones del joven.
Para el padre del estudiante, Juan Cuatrecasas, el dirigente del colegio provoca “un ataque y maltrato constante y reiterado a una víctima de abusos sexuales” y, con ello, “vulnera el Estatuto de la Víctima”, aprobado en 2015. “Goyarrola y el centro deberán responder, si procede. Una cosa es tener paciencia y aguantar, pero ayer -por el jueves- ya dieron el golpe definitivo de timón, aunque es cierto que así han quedado retratados delante de toda la sociedad como lo que son”, comentó el portavoz de la familia. Asimismo, Cuatrecasas opinó que con sus declaraciones, el responsable de Gaztelueta -subdirector cuando ocurrieron las vejaciones que recoge la resolución de la Audiencia Provincial- puede incurrir en delitos contra la integridad y el honor de su hijo. “Me parece una falta de responsabilidad de Goyarrola relacionar el testimonio de abusos sexuales cuando mi hijo era menor con un problema psicológico y que lo haga alegremente sin ser experto”, lamentó Cuatrecasas. “El único trastorno que tiene mi hijo es el motivado por la conducta de este profesor, por los abusos y las agresiones que sufrió”, enfatizó el progenitor, a la par que puntualizó que el joven “previamente no tenía ningún trastorno, tal y como quedó acreditado en el juicio”.
Además, el padre del joven reprochó al centro educativo que no ejerciera su obligación de vigilar y proteger a los menores a su cargo para impedir situaciones de acoso escolar o de abusos sexuales, como las que sufrió su hijo durante dos cursos escolares, cuando tenía 12 y 13 años. La sentencia de la Audiencia también recoge que el proceder de la dirección fue “inadecuada” y que no actuó de manera “rigurosa ni seria”. Pese a todo, Goyarrola, en su comparecencia pública del jueves, junto al presidente de la entidad titular del colegio, Juan Anguísola, sostuvo que no podía pedir disculpas. “Se me dice que debo pedir perdón, pero no puedo. Reconozco la victoria de la acusación en el juicio, el objetivo por encima de todo era que hubiera una condena y lo han conseguido. Pero por si no ha quedado claro sigo creyendo en la inocencia del profesor. Y sé que no soy el único que lo piensa”, aseveró. Pero el portavoz de Gaztelueta no se quedó ahí y desacreditó tanto el fallo de la sentencia como aspectos de su contenido. “Es evidente que no existe ninguna prueba más allá de la declaración de un joven y no deja de sorprenderme que eso, más aun teniendo en cuenta sus numerosas contradicciones, sea suficiente para condenar a una persona a once años de cárcel. No soy psicólogo, no soy perito, pero conozco las acusaciones y conozco también las cosas que se dicen y no son ciertas”, señaló restando importancia, por tanto, al papel de las peritos forenses del Tribunal, que avalaron en el juicio el relato de la víctima tras diversas pruebas efectuadas, a las consideraciones del psiquiatra Iñaki Viar y a las de otros médicos. “Estoy sobrecogido por la sensación de que se pueda haber condenado a un inocente”, insistió Goyarrola.
“sentencia impecable” Para el portavoz de la familia, “la sentencia es impecable y está asentada en innumerables pruebas, aunque Goyarrola no la haya entendido”. Es más, Cuatrecasas destacó que “en un estado de derecho, las sentencias las dictan los jueces, no el colegio Gaztelueta, ni el Opus Dei, ni las fiscalías, ni el señor Goyarrola”. Sin embargo, el director del centro de Leioa salió públicamente a rebatir el dictamen e, incluso, a quejarse de cómo estaba reflejada su testificación como testigo en la vista oral desarrollada en el pasado mes de octubre. “Hay una sentencia con una condena de once años encima de la mesa, pendiente de que la ratifique el Tribunal Supremo, pero el maltrato constante y reiterado a la víctima por parte del colegio, le retrata y delata”, concluyó Cuatrecasas.
Los ataques. El director de Gaztelueta, Imanol Goyarrola, convocó a los medios de comunicación para rebatir la sentencia, decir que creía en la inocencia del profesor y asegurar que no podía pedir perdón. Para Goyarrola, no hay pruebas para declarar culpable a Txema Martínez.
Las reacciones. El padre de la víctima, Juan Cuatrecasas, considera que las palabras de Goyarrola, después de la actitud que han mantenido tanto él como el colegio en general desde que conocieran los hechos, son la gota que han colmado el vaso y, por ello, la familia estudia emprender acciones legales contra ellos. Y es que Cuatrecasas entiende que están maltratando a su hijo y atentando contra su honor e intimidad.