DONOSTIA. "Ten cuidado cuando vayas a coger el coche, que igual no te funcionan los frenos". "Te mato, yo voy a la cárcel pero a ti te mato", son las amenazas por las que un hombre, que ejerció violencia machista sobre su mujer durante 14 años, ha sido condenado ahora a dos años de prisión por un delito de maltrato habitual, dos de maltrato no habitual, uno de amenazas y otro de vejaciones injustas.

Según la sentencia del caso, los hechos se produjeron a lo largo de toda la relación sentimental de la pareja (que tiene dos hijas menores en común), período durante el que el hombre actuó "con ánimo de mantener a su pareja sometida a su dominio, controlar su vida y relaciones, y minar su autoestima".

Con este fin, "no le permitía tener amistades o vida social" ni "telefonear a su madre" ya que se "enfadaba" cuando lo hacía, "llegando a romper numerosos teléfonos móviles" de la víctima "por este motivo".

Asimismo, el encausado impedía a su esposa "acceder al mercado laboral" y, cuando finalmente ella consiguió un trabajo, se mostraba celoso respecto a los compañeros de trabajo de la perjudicada, a la que también dejaba con expresiones como: "vaga, mantenida, no vales para nada, me das asco, hueles mal, puta y zorra", entre otras.

El procesado también amenazaba a su compañera y "con ánimo de atemorizarla" le advertía de que la iba a matar aunque él fuera a prisión y le pedía que tuviera cuidado al coger el coche porque igual "no le funcionaban" los frenos. "Llegando -según la sentencia- a colocar su dedo en el cuello de la mujer al tiempo que le espetaba: te mato".

El texto judicial precisa que, en otras oportunidades, "la agarraba de los brazos, la zarandeaba, le empujaba, le tiraba del cabello, le propinaba patadas, codazos y bofetadas y la arrojaba al suelo".

La sentencia cita también algunos episodios concretos de malos tratos, como uno sucedido en el domicilio familiar, en el verano de 2012, cuando el imputado "se tornó agresivo" al ver a su esposa hablando por teléfono con su madre y, "con ánimo de menoscabar su integridad física, le propinó un fuerte codazo debajo del pecho, en la zona de las costillas". Igualmente, en otra ocasión, en el año 2014, "la agarró del cuello y la levantó del suelo".

Durante el juicio por estos hechos, el hombre se mostró conforme con la pena que solicitó para él la Fiscalía, por lo que ahora ha sido condenado a dos años de prisión y a 186 días de trabajos en favor de la comunidad. Además, el procesado no podrá aproximarse a su víctima ni comunicarse con ella durante tres años.

No obstante, el inculpado no deberá cumplir la pena de cárcel, ya que le fue suspendida con el compromiso de que no vuelva a delinquir durante los próximos dos años, cumpla las prohibiciones de comunicación con la perjudicada y aproximación a ella, y realice un programa formativo en materia de igualdad de sexo y no discriminación.