Ginebra - Los gobiernos deben acelerar urgentemente sus medidas a corto y largo plazo si quieren cumplir los objetivos del Acuerdo de París para luchar contra el cambio climático, advertían ayer los responsables del Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA) en un informe. Para el PNUMA, “la diferencia entre las reducciones necesarias y los compromisos nacionales hechos en París es alarmante”.
“Los objetivos nacionales que forman la base del Acuerdo de París solo cubren aproximadamente un tercio de las reducciones de emisiones necesarias” para cumplir el objetivo de mantener la temperatura media mundial por debajo de dos grados respecto a los niveles industriales a finales de siglo”, dice el PNUMA. En el Acuerdo de París, las naciones se han comprometido además a hacer todos los esfuerzos necesarios para no rebasar los 1,5 grados.
El PNUMA advierte que, en el escenario actual, incluso con la plena implementación de los objetivos nacionales determinados y los condicionales, la temperatura probablemente aumentará al menos en 3 grados centígrados en 2100, lo que significa que los gobiernos deben hacer promesas más fuertes cuando éstas se revisarán en 2020.
La agencia de la ONU indica además que con la anunciada salida de Estados Unidos del Acuerdo de París, que se producirá no antes de noviembre de 2020, la situación será incluso más desalentadora. En este sentido, el PNUMA hace sonar la voz de alarma una semana antes del inicio de la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático (COP23) que se celebrará del 6 al 17 de en noviembre en la ciudad alemana de Bonn.
El informe del PNUMA determina que las actuales promesas de reducción de gases de efecto invernadero implican que las emisiones se situarán en 2030 probablemente en entre 11 y 13,5 gigatoneladas de CO2 equivalente por encima del nivel requerido para mantener el calentamiento global por debajo de dos grados centígrados. A su vez, para alcanzar la meta de 1,5 grados centígrados haría falta reducir entre 16 y 19 gigatoneladas de CO2 equivalente.
Las emisiones de CO2 han permanecido estables desde 2014, pero otros gases de efecto invernadero como el metano aumentan aún y un acelerón en el crecimiento económico global podría generar una tendencia al alza del dióxido de carbono, advierte la agencia. El PNUMA indica que los países más industrializados y emergentes del G20 colectivamente están en camino de cumplir sus promesas de Cancún para 2020, pero no son un punto de partida “suficientemente ambicioso” como para lograr los objetivos de París.
“Un año después de que entrara en vigor el Acuerdo de París, todavía nos encontramos en una situación en la que no estamos haciendo lo suficiente para salvar cientos de millones de personas de un futuro miserable”, lamentaba el máximo responsable de esta agencia de la ONU, Erik Solheim. “Esto es inaceptable”, añadió el noruego mientras que el ministro costarricense de Ambiente y Energía, Edgar Gutiérrez, presidente en 2017 de la Asamblea de la ONU para el Medio Ambiente, enfatizaba que “el Acuerdo de París impulsó la acción por el clima, pero este impulso claramente está flaqueando”. “Nos enfrentamos a la elección de aumentar nuestra ambición o sufrir las consecuencias”, indicó.
El PNUMA recomienda que los gobiernos -al revisar al alza sus contribuciones-, el sector privado, las ciudades y otros actores pongan en marcha urgentemente medidas para intensificar y acelerar las reducciones de las emisiones. La agencia estima que con inversiones en tecnología en la agricultura, los edificios, la energía, la silvicultura, la industria y el transporte -con un coste de menos de 100 dólares (86 euros) por tonelada de dióxido de carbono evitada- se podría ahorrar hasta 36 gigatoneladas de CO2 equivalente al año hasta 2030.
Mucho potencial -22 gigatoneladas- puede proceder de inversiones en energía solar y eólica, electrodomésticos y coches más eficientes, la repoblación forestal y el fin de la deforestación. Solo con estos ahorros en emisiones el mundo podría estar bien encaminado hacia el objetivo de no rebasar los 2 grados centígrados en la temperatura global y dejar la puerta abierta a la posibilidad de alcanzar también el de los 1,5 grados, considera el PNUMA. - Efe
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El centenar de empresas emisoras más grandes del mundo que cotizan en Bolsa representan alrededor de una cuarta parte de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, “lo que demuestra un gran margen para una mayor ambición”.
Se estima que hay 6.683 centrales en funcionamiento en el mundo. Diez países representan aproximadamente el 85% de toda la tubería de carbón: China, India, Turquía, Indonesia, Vietnam, Japón, Egipto, Bangladesh, Pakistán y la República de Corea.