bilbao - Investigadores de la Universidad Pública Vasca han detectado los mecanismos inflamatorios de los fármacos antipsicóticos en el cerebro, que causan dificultades en la memoria, atención y planificación de tareas. Científicos del Centro de Investigación en red, CIBERSAM y de la UPV/EHU han realizado este descubrimiento que explica cómo se provoca el deterioro cognitivo, lo que contribuiría a la “cronificación” de la enfermedad mental. “Este hallazgo abre el camino para avanzar en otros fármacos, aún en fase experimental, que logren inhibir estos mecanismos y bloquear los efectos perjudiciales”, declara el investigador de la UPV/EHU y de Cibersam, Javier Meana.

En el estudio, publicado este mes en la revista Nature Neuroscience, se demuestra que el bloqueo del receptor de serotonina 5HT2A provocado por los fármacos antipsicóticos activa una vía inflamatoria en el cerebro, alterando la morfología y función de las sinapsis encargadas de mantener una actividad cognitiva dinámica.

Los autores del estudio trabajan en el grupo de Neuropsicofarmacología de la UPV/EHU, que forma parte del consorcio estatal CIBERSAM (Centro de Investigación Biomédica en Red Salud Mental).

Según explica el investigador de la UPV/EHU Javier Meana, el tratamiento con fármacos antipsicóticos atípicos -más modernos que los denominados típicos- ha supuesto la desaparición de problemas en la actividad locomotriz de los enfermos, pero también parece generar, además de problemas cognitivos, un mayor riesgo de enfermedades metabólicas como la obesidad y diabetes tipo 2, incrementando así el riesgo cardiovascular.

Sin embargo, advierten de que estos tratamientos no pueden ser retirados precozmente porque facilitan la reaparición de alucinaciones y delirios. “El reto es evitar los efectos adversos manteniendo la importante eficacia antipsicótica que presentan”, explica el investigador.

Este hallazgo abre ahora el camino para avanzar en el diseño de fármacos que logren inhibir a estas proteínas y bloquear de esta manera los daños cognitivos provocados por los tratamientos antipsicóticos. - Efe