SANTANDER. Así lo ha confirmado este lunes el consejero del área, Ramón Ruiz, quien ha destacado que de esta forma se mantiene la estructura que se implantó en la región en el año académico 2016-2017 que está a punto de concluir, y según la cual el curso se reparte en cinco bimestres con una semana de descanso entre cada uno, un modelo que "ha sido bueno para los alumnos".

De este modo, según ha detallado el consejero de Educación a preguntas de los periodistas, las clases del 2017-2018 contarán con cuatro periodos vacacionales, a sumar al parón de los meses de verano.

El primero será, como el año pasado, en torno a la festividad de Todos los Santos (1 de noviembre), al que seguirán las tradicionales vacaciones de Navidad, para añadir después "cuatro días" en febrero -que no coincidirán con Carnavales-, y un cuarto descanso aprovechando el Primero de Mayo, esto es, después de los festivos de Semana Santa, y que será el último descanso antes de las vacaciones estivales.

Según Ruiz, el sector educativo está "de acuerdo" con estas fechas, con las que -ha dicho- se han "abandonado" fiestas laicas y religiosas de cara a la aprobación del calendario escolar, aunque ha precisado que quedan "flecos" pendientes entre la administración, sindicatos y la FAPA (la Federación de Padres y Madres de Alumnos), pero por otros aspectos, relacionados con el inicio y el fin del curso.

En cuanto a las evaluaciones, el consejero del ramo ha recordado que es el Consejo Escolar el que hace las recomendaciones en este sentido, tras lo cual ha apuntado que quizá haya que "bajar a cuatro", es decir, una menos de las que se hacen en la actualidad, y que se acordaría tras comprobar si se ha "cargado mucho trabajo" a los alumnos, por una "mala praxis" de la administración. "Este año quizá haya cuatro evaluaciones", ha concluido Ruiz.