vitoria - Aunque ayer se esperaba que una segunda oleada del ciberataque global del pasado viernes causara nuevos estragos en empresas e instituciones usando nuevas versiones del malware, la incidencia no fue tan alta como se esperaba. Sin embargo, China y Japón sí que se vieron muy afectados, ya que una mutación del virus consiguió burlar las medidas implantadas tras el primer ataque. Con todo, la cuarta jornada de esta crisis mundial de ciberseguridad sirvió para hacer recuento de daños, buscar culpables y reflexionar sobre los riesgos actuales.

Desde el inicio del ataque el pasado viernes y hasta ayer se han identificado en el mundo más de 230.000 equipos infectados por las diferentes variantes del virus WannaCrypt en un total de 179 países. Los más afectados son China, Rusia, Estados Unidos y Reino Unido, donde se destaca que habría afectado a sistemas o redes que podrían haber impactado en servicios esenciales de salud, transporte o sistema financiero, si bien estas infraestructuras no eran el objetivo principal del ciberataque.

Según señaló ayer el Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe), dependiente del Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital, el Estado español, con 1.200 infecciones, ocupa la posición 16 del listado de países afectados por las distintas variaciones del virus.

En Euskadi Por lo que respecta a Euskadi, el Gobierno Vasco señaló que no ha detectado ninguna afección por el ciberataque y sus servicios informáticos iniciaron ayer la semana con total normalidad. El pasado viernes el Gobierno Vasco cortó el acceso a Internet y al correo electrónico de los ordenadores de sus servicios como medida de precaución, aunque mantuvo activas las aplicaciones y los servicios internos.

Los servicios informáticos del Gobierno Vasco estuvieron alerta durante la mañana de ayer, conforme se iban incorporando los trabajadores públicos a sus puestos, aunque no detectaron ningún problema. Pese a que los expertos alertaron de un posible rebrote del malware, los servicios de la Administración general, Sanidad y Educación, entre otros, no se vieron infectados por el virus que aprovecha una vulnerabilidad del sistema operativo Windows.

Por su parte, el ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, confirmó que el ciberataque alcanzó en España a “1.200 equipos”, si bien las consecuencias de la “oleada” están “ya muy mitigadas”. Puntualizó que el Estado español aglutina sólo un 1% de las víctimas, figurando en el “puesto 16” de los países afectados, por el número de equipos alcanzados y que a lo largo del fin de semana “los técnicos de las organizaciones afectadas han estado trabajando intensamente con los equipos del Estado, para poder recuperar toda la información”. “El sistema de reacción ha funcionado muy bien”, enfatizó el ministro, defendiendo que “España fue el primer país donde se detectó el incidente y se empezó a trabajar inmediatamente para recuperar todos los sistemas” informáticos, para que “ninguno de los servicios esenciales” del país se viese afectado.

Vulnerabilidades Microsoft pidió ayer a los gobiernos de todo el mundo que consideren el ciberataque como una “llamada de atención” sobre sus métodos de “acumulación de vulnerabilidades”. El presidente y principal asesor legal de Microsoft, Brad Smith, advirtió en el blog oficial de la compañía tecnológica de que el acopio de vulnerabilidades informáticas por parte de los gobiernos se ha convertido en un patrón emergente que causa daños generalizados cuando la información se filtra. “Hemos visto aparecer en WikiLeaks vulnerabilidades almacenadas por la CIA, y ahora esta vulnerabilidad robada a la NSA (Agencia Nacional de Seguridad) ha afectado a clientes en todo el mundo”, criticó Smith, pronunciándose sobre el origen del fallo en Windows que el software maligno WannaCrypt aprovecha.

Para el ejecutivo de Microsoft, el ciberataque representa un vínculo “imprevisto pero preocupante” entre las que consideró las dos amenazas más serias para la ciberseguridad: la actuación a nivel estatal y la actuación criminal organizada. Smith comparó el ataque del programa maligno WannaCry al robo de armas convencionales al Ejército estadounidense para exigir a los gobiernos que cambien sus métodos y se adhieran a las mismas normas que rigen el mundo físico.

El presidente de Microsoft instó a la acción colectiva y al trabajo en común del sector tecnológico, los clientes y los gobiernos para generar una mayor protección frente a ciberataques.