VITORIA - Peligro para la salud, defectos en el etiquetado, falsificaciones,... Son varias las “irregularidades” por las que cada año se retiran de los mercados miles de productos. El año pasado, en Euskadi, la cifra ascendió a 12.947 unidades que no cumplían con la normativa europea de seguridad. Esta labor, de gran relevancia para la población consumidora, fue posible gracias a las poco más de dos mil actuaciones de control e inspección llevadas a cabo desde Kontsumobide, el Instituto Vasco de Consumo.

Tal y como detallaba ayer Nora Abete, directora de este organismo, la mayoría fueron electrodomésticos (6.169); el acostumbrado sector de juegos y juguetes con 3.148 unidades retiradas; el de los textiles, calzados y complementos varios (2.370) y el material eléctrico con una veintena de localizaciones y 807 objetos. Las 2.013 acciones desarrolladas desde Kontsumobide “comprenden tanto las actuaciones inspectoras motivadas por campañas, como las no programadas y derivadas fundamentalmente de denuncias, reclamaciones y actuaciones en coordinación” con otros organismos.

Más de la mitad de esas actuaciones de inspección (1.167) estuvieron localizadas en Bizkaia, principalmente por juguetes (312) y material eléctrico (282); en Gipuzkoa se desarrollaron 557 actuaciones a lo largo del año pasado y la mayoría (208) se correspondieron con ese capítulo de material eléctrico; y en Araba fueron practicadas 289 actuaciones inspectoras. La supresión de fronteras y la libre circulación han obligado a intensificar los mecanismos para controlar la comercialización de productos seguros. Durante 2015, por ejemplo, desde Kontsumobide se realizaron 4.017 inspecciones de control de mercado y se retiraron un total de 9.216 unidades de productos alertados.

Los datos fueron aportados ayer por Abete durante la presentación del balance del Instituto Vasco de Consumo correspondiente al curso 2016 en el que destaca la disminución de reclamaciones presentadas por la población. En concreto, las solicitudes de amparo a Kontsumobide descendieron un 7,5% con respecto a 2015 debido a que los ciudadanos hacen compras cada vez más responsables y a que la atención al consumidor por parte de las empresas también mejora, vino a resumir el consejero de Turismo, Comercio y Consumo, Alfredo Retortillo.

Así, de las 19.688 reclamaciones de consumo que se presentaron el año pasado ante las oficinas de Kontsumobide, el 27% se debieron a problemas con empresas de telecomunicaciones (telefonía e internet); un 12% a la factura de la luz y el gas; y un 8% a la compra de electrodomésticos, material informático y audiovisual. Los sectores son los mismos de los últimos años aunque, tal y como puntualizó Abete, las reclamaciones dirigidas a las operadoras de telefonía han experimentado un decrecimiento del 31%.

En general, agregaba la directora de Konstmubide, los consumidores reclamaron tras detectar irregularidades en la facturación, incumplimientos de contrato y deficiencias en el servicio prestado. Casi la mitad de las quejas tramitadas por Kontsumobide finalizó con acuerdo entre las partes, aunque también se impusieron 131 sanciones, un 19% de las cuales fueron precisamente para operadoras de telefonía. Por territorios, en Araba se incoaron 38 expedientes sancionadores, en Bizkaia 43 y en Gipuzkoa 50.