las palmas - Diez años se cumplieron ayer, 10 de marzo, de la desaparición de Yéremi Vargas, el niño de 7 años cuya pista se perdió hace ya una década cuando jugaba en un descampado cerca de su casa en la localidad de Vecindario, en Santa Lucía de Tirajana (Gran Canaria) con Antonio Ojeda El Rubio en la cárcel de Juan Grande como principal sospechoso de los hechos.
Cinco años después, en 2012, la Benemérita trabajó sobre varias hipótesis e investigaron a 195 personas acusadas de pederastia, menores de 65 años y con delitos a niños menores de quince años, a 15 presos acusados por estos mismos delitos y a varias personas de la isla vinculadas a este tipo de delitos. A finales de 2016, Antonio Ojeda fue condenado a cinco años de prisión por una agresión a otro menor en el año 2012. En ese momento, otro compañero de prisión contó que tras conocer esta sentencia, se hundió y dijo que el caso de Yéremi “se le había ido de las manos” y que tuvo que “desaparecerlo”. - E.P.