pamplona - Los vecinos de Oricáin se llevaron un buen susto ayer cuando, a primera hora de la mañana, un terremoto les despertó. Desde el concejo indicaron que no se registraron daños personales y los daños materiales fueron de poca entidad, como un cristal roto o alguna pequeña grieta en una casa. “Ha sido un gran susto pero afortunadamente no hay daños, sobre todo personales, que son los que realmente importan”, destacó el alcalde de Ezcabarte, Pedro María Lezáun, quien indicó que en el pueblo, muy cercano a Olave, epicentro del terremoto, se sintió “una sensación como si explotase una bomba”.

Según relató el alcalde de Ezcabarte, los vecinos de Oricáin salieron a la calle nada más notar el primer seísmo, asustados por el fuerte temblor de sus casas. “Al principio estábamos todos asustados, la verdad, porque no sabíamos bien qué había pasado, pero en seguida nos hemos calmado y todo ha vuelto a la normalidad”, destacó Lezáun, quien insistió en la “suerte” que tuvieron en el pueblo por no haber registrado “ninguna incidencia de gravedad”.

Además, comentó que aunque los vecinos no se alarmaron demasiado, sí recibieron una llamada desde SOS-Navarra para preguntar por su situación y si todo estaba en orden después del terremoto. “En algunas imágenes que hemos gravado se ve claramente cómo se ha movido todo, pero salvo algún cristal roto o una pequeña grieta, no ha ocurrido nada destacable”, agregó.

Además, Lezáun admitió que “vivir un terremoto de esta intensidad”, más estando en un lugar tan cercano al epicentro, “da miedo”. Aún así, señaló que en el pueblo pronto volvió la tranquilidad y la normalidad y que no se esperaban que fueran a suceder más réplicas. “Si ocurre otra vez, que sea como esta, sin ningún tipo de daño, solo el susto”, agregó. - A.R./G.M.