MADRID. Astrónomos del Instituto de Astronomía de la Universidad de Hawaii (IFA), Brasil, y la Universidad de Stanford pueden haber resuelto el misterio solar sobre el mecanismo físico responsable de la desaceleración de las capas exteriores del Sol.
Hace dos décadas, los científicos descubrieron que el exterior del cinco por ciento del Sol gira más lentamente que el resto de su interior. Ahora, en un nuevo estudio que será publicado en la revista Physical Review Letters, los científicos del IFA Maui Ian Cunnyngham, Jeff Kuhn, e Isabelle Scholl, junto con Marcelo Emilio (Brasil) y Rock Bush (Stanford), han planteado una nueva teoría al respecto.
"El Sol no dejará de girar en cualquier momento, pero hemos descubierto que la misma radiación solar que calienta la Tierra 'frena' el Sol debido a la relatividad especial de Einstein, haciendo que se disminuya gradualmente su velocidad a partir de su superficie", ha explicado el líder del equipo Jeff Kuhn.
El Sol gira sobre su eje a una velocidad media de aproximadamente una vez al mes, pero la rotación no es como, por ejemplo, la Tierra sólida o un disco giratorio, debido a que la tasa varía con la latitud solar y la distancia desde el centro del Sol.
El equipo utilizó varios años de datos del satélite del Observatorio de Dinámica Solar de la NASA para medir un bajón brusco en la velocidad de rotación del Sol en sus 150 kilometros. "Este es un momento de torsión suave que la hace lenta, pero a lo largo vitalicio del 5 billón años del Sol, se ha tenido una influencia muy notable en su exterior de 35.000 kilometros", ha explicado Kuhn. Así, en su artículo se describe cómo este efecto de frenado se debe producir en la mayoría de las estrellas.
Este cambio en la rotación en la superficie del Sol afecta el campo magnético solar a gran escala y los investigadores están ahora tratando de entender cómo es el magnetismo solar que se extienden hacia la corona y, finalmente, cómo se verá afectada por este frenado el entorno a la Tierra.
La investigación que aparecerá en la edición de enero de la revista Physical Review Letters, ya está disponible de forma online.