madrid - Hasta que no se ponga por escrito no será oficial. Pero parece, esta vez sí, que no habrá reválidas al final de la ESO y en Bachillerato este curso en todo el Estado. Así lo avanzó la viceconsejera vasca de Educación, Arantza Aurrekotxea, a su salida de la Comisión General de Educación celebrada ayer en Madrid, previa a la Conferencia Sectorial que el lunes reunirá al ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, con las Comunidades Autónomas a la que asistirá la consejera Cristina Uriarte. A propuesta de Euskadi, la Comisión General de Educación acordó ayer que la prueba de acceso a la universidad (la reválida de Bachillerato) sea idéntica a la antigua selectividad, con exámenes de asignaturas troncales de 2º de Bachillerato, que su diseño dependa de las universidades y que se respete del distrito único. Es un cambio sustancial ya que la Lomce prevé una evaluación única para todo el Estado diseñada por el Ministerio de Educación, un modelo en el que las comunidades son meras ejecutoras.

En caso de que el Ministerio lleve este acuerdo al documento que Méndez de Vigo presente a los consejeros de Educación el próximo día 28 “podremos decir que estamos dando el primer paso para derogar por la vía práctica los efectos de la Lomce”, afirmó Aurrekoetxea, quien insistió en que la resolución pactada “llega tarde” y es insuficiente puesto que lo que la delegación vasca ha puesto sobre la mesa es “la derogación” de la reforma educativa del Partido Popular. La viceconsejera reconoció que la suspensión de la ley Wert “va a llevar algún tiempo”. Por este motivo subrayó que lo “importante es que poco a poco, paso a paso, se produzcan sobre el papel avances para que la Lomce deje de surtir efecto”.

Sin efectos académicos Tanto la Lomce como los últimos borradores sobre las características de estas evaluaciones indicaban que los alumnos que quieran acceder a la Universidad el curso que viene 2017-2018 deberían examinarse no sólo de las asignaturas troncales de segundo de Bachillerato, sino también de algunas materias de primero, algo que estaba generando mucho desconcierto en la comunidad educativa, que pedía de forma unánime el restablecimiento de la antigua Selectividad.

La número dos del Departamento de Educación censuró el hecho de que las comunidades se hayan tenido que enterar por una filtración de prensa del contenido del borrador del real decreto ley que el PP negocia con los socialistas para redefinir las evaluaciones externas al final en 4º de ESO y 2º de Bachillerato. Para Aurrekoetxea el “gesto” del ministro para favorecer un pacto educativo de Estado solo será creíble si se aprueba realmente la norma en los términos del documento filtrado. Según el borrador que el Ministerio ha remitido a los negociadores del PSOE, la evaluación de 4º de la ESO será muestral, es decir, no la van a realizar todos los centros, sino los que elijan las comunidades autónomas, y versará sólo de las troncales de ese curso y no de todo el ciclo.

De confirmarse este trascendental cambio “se puede deducir que no tendrá efectos académicos”, dijo Aurrekoetxea. Por tanto, no será necesario aprobar esta evaluación voluntaria para obtener el graduado escolar.

Méndez de Vigo debatirá el borrador de esa norma con las comunidades, con la intención de que el decreto-ley de “medidas urgentes para la ampliación del calendario de implantación” de la Lomce pueda presentarse la primera semana de diciembre. Las autonomías, según el proyecto, seguirán obligadas a realizar las dos evaluaciones citadas, aunque no tendrán efectos académicos de manera “transitoria” para conseguir los títulos correspondientes de ESO y Bachillerato. Será durante el tiempo “prudencial y suficiente” mientras se alcanza el pacto educativo, según fuentes ministeriales. Educación quiere acordar ese plazo con las comunidades en la reunión citada.

Para los alumnos de FP básica se prevé que, durante el periodo transitorio, puedan obtener el título de ESO siempre que el equipo docente considere que han alcanzado los objetivos de la etapa y adquirido las competencias correspondientes. Es decir, no tendrían que realizar la evaluación final de Secundaria Obligatoria para conseguirlo, como la ley prevé ahora. El calendario de la Lomce ahora vigente prevé que todos los alumnos de cuarto de ESO y de segundo de Bachillerato hagan las nuevas evaluaciones finales desde este mismo curso (2016-2017), aunque sus resultados contarán para obtener los títulos a partir del próximo (2017-2018).