Bilbao - En ‘Papeles por un pacto educativo’ ofrecen una hoja de ruta para alcanzar un acuerdo que logre reformar la Lomce.

-Proponemos que el principio del pacto educativo sea social, tiene que venir de abajo arriba, nunca se va alcanzar un pacto educativo en este país en los despachos. Dudo mucho que los partidos se sienten con serenidad suficiente como para ser flexibles a no ser que los docentes y las escuelas tengamos la capacidad de presionar hacia arriba con la suficiente asertividad. Debemos trasmitir que ya está bien y que nos dejen hacer las cosas bien.

¿Y ahora se da el clima propicio?

-Es cierto que el Libro blanco despertó mucha polémica, quizá porque lo tuvimos que elaborar en un momento crítico, en vísperas de las elecciones generales. Pero creo que gracias el en esa campaña y en los siguientes meses que hemos vivido se hablo de temas que jamás se habían discutido en una campaña electoral. Antes no sacabas los debates educativos de los conciertos, de la clase de Religión... pero logramos que se discutiera sobre el MIR docente, de los sistemas de formación, de perfiles del profesorado, modelos de gestión ? Y de repente todos los partidos políticos tuvieron que salir a la arena pública y definirse sobre aspectos neurálgicos.

¿Habrá pacto educativo?

- El mayor fruto del Libro Blanco, independientemente de que nadie le vuelva a hacer caso, es que ningún partido puede salir a escena diciendo que no quiere pactar. Hoy ningún partido y ninguna organización educativa puede salir a un medio diciendo: Nosotros no queremos pactar. El siguiente paso es poner negro sobre blanco el pacto.